Por Luis Guillermo Hernández Aranda
En los dos primeros meses de 2020 han sido asesinadas 254 mujeres en México, es decir en promedio dos mujeres diariamente son asesinadas sólo por su condición de género de acuerdo al conteo de un medio de comunicación. Incluso la ONU coloca la cifra más alta y asegura que en México diariamente son asesinadas diez mujeres.
Y es que durante 2019 se asesinaron a 3 mil 825 mujeres, lo que equivale a un incremento del 6 por ciento con respecto a 2018, de acuerdo a la activista María Salguero, creadora del mapa de feminicidios en México.
“La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más graves, extendida, arraigada y tolerada en el mundo”, este reclamo se puede leer en el portal de la ONU Mujeres México.
Además en 2019 los reportes de violencia de género aumentaron en un 59 por ciento. La mayor violencia contra las mujeres se registra en el Estado de México donde cada 15 minutos se registra una llamada al 911 por temas de violencia contra las mujeres, de acuerdo al informe anual publicado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En el segundo lugar está Jalisco, con 15 mil 160 llamadas, para un aproximado de denuncias cada 30 minutos.
De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016, el 38.2 por ciento de las mujeres reportaron haber sufrido algún tipo de violencia en la infancia: 32.1 por ciento fue física; 18 por ciento violencia psicológica y 9.4 por ciento violencia sexual.
También los secuestros a las mujeres se han incrementado. Mientras 330 mujeres fueron víctimas de plagio en 2018, el año pasado se contabilizaron 410, denunció la organización Alto al Secuestro. De acuerdo al INEGI 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia y a pesar de las denuncias en el 90 por ciento de los casos hay impunidad.
Estos son algunos de los datos duros que evidencian lo que viven diariamente las mujeres en este país, sólo por su género. Ellas a diferencia de nosotros los hombres salen de su casa con miedo, tal vez apenas han caminado apenas a la esquina de su casa y ya han sufrido el primer acoso sexual con algún comentario obsceno o peor aún tocamientos en el trasporte público.
El enojo de las mujeres está justificado. La inequidad y la violencia que sufren todos los días no sólo han sido ignoradas históricamente por todos los niveles de gobierno, también por las empresas y las instituciones educativas. Incluso, más lamentable aún, por la propia familia.
El estereotipo de la televisión mexicana y el cine nacional de presentar una mujer sumisa que debe sufrir todos los días para alcanzar la felicidad se repite en la actualidad. Por el contrario la imagen de la mujer empoderada es mal vista e incluso se cuestiona su femineidad.
El paro del próximo nueve de marzo nos hará visible lo que nos hemos negado como sociedad a reconocer. El aporte de las mujeres a la economía, a la democracia, a la vida en todos sus aspectos el cual no se limita a caer en la “tentación de cocinar o lavar platos” como tuiteara la Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval.
El reto es que la marcha no quede en un evento de un solo día sino por el contrario haya un compromiso de toda la sociedad por respetar la condición de la mujer, que haya equidad e igualdad de oportunidades y justicia. No están pidiendo nada que no sea su derecho.
@lharanda