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23 de mayo de 2025
Opinión

Dobleces

Dobleces
  • mayo 23, 2025

Malévolas intenciones

Israel Mendoza Pérez

@imendozape

Desde su paso por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Cinthya Harumi González Téllez Girón exageró sus atribuciones como directora de Derechos de niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, en esa época en el año 2021, en complicidad con Víctor Hugo Rodas Balderrama llevó a cabo movimientos extraoficiales desde su área y empañó el trabajo de la entonces encargada de la Tercera Visitaduría, Hilda Téllez Lino.

La lucha de poderes al interior de la CNDH ya estaban manifiestas y los más cercanos al secretario Ejecutivo, Francisco Estrada llevaban la voz cantante en los temas y asignaciones.

Testigos de aquella hazaña administrativa por parte de González Téllez Girón y Rodas Balderrama recuerdan que incluso Francisco Estrada, secretario Ejecutivo, gritoneó y exigió se investigara que pasaba en la Primera Visitaduría. El conflicto de intereses era obvio y el choque de fuerzas entre los que pertenecieron a la gestión de Luis Raúl González Pérez y la de Piedra-Estrada apenas iniciaban.

En la primavera de 2021, Víctor Hugo Rodas Balderrama llevó a cabo tareas fuera de su esfera laboral, ya que gestionó ante la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México se facilitara la entrada al penal de Santa Martha a un médico, un psicólogo y dos periodistas que formaban parte de una organización canadiense.

Su conflicto de intereses era sospechoso, ya que Hugo Rodas estaba bajo el mando de Cinthya Harumi González y estaba en la dirección de Derechos de niñas, niños y adolescentes y no tenía que involucrarse laboralmente en un asunto de penitenciarias. Aun así ella no lo sancionó y toleró su conducta.

El caso en el que Rodas tenía intereses era el de Macarena del Rosario Farré, originaria de Lérida, España, condenada a 22 años por el delito de secuestro exprés y recluida en el penal de Santa Martha Acatitla. Sin embargo, la molestia al interior de la CNDH fue mayúsculo.

La Tercera Visitaduría encargada de ver gestiones, temas y acompañamiento entre otras tareas relacionadas con personas privas de la libertad; así como el trabajo al interior de los penales no tenía conocimiento de la gestión en la que se autoencomendó Hugo Rodas, bajo la protección de Cinthya Harumi González Téllez Girón.

A raíz de esta crisis en la CNDH de intereses comenzó a formarse el círculo de incondicionales de Francisco Estrada y los conflictos laborales internos se desataron como torbellino.