Dobleces

Yunes víctimas de su nepotismo
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Los Yunes apostaron fuerte al partido en el poder y, ahora, están a un paso de quedar en la orfandad política. Los espacios de negociación se reducen y el plan B de aliarse con Alberto Anaya, al PT, parece ser la salida menos bochornosa para mantenerse como mangoneadores de Veracruz.
El senador Miguel Ángel Yunes Márquez sabe que no es lo mismo trabajar con Morena que con el partido satélite de Alberto Anaya. La negociación se triangula, pero por el momento, es para lo que le alcanza en sus aspiraciones futuras.
Las nuevas reglas de Morena respecto al nepotismo dan golpe de tajo a las aspiraciones de Yunes Márquez, ya que sería excluido, fast track, de la competencia por Veracruz Puerto, donde gobierna Patricia Lobeira Rodríguez, su esposa.
Y es que la dirigente Luisa María Alcalde adelantó que aplicará para las elecciones locales de Durango y Veracruz de este año lo establecido en la iniciativa presidencial para impedir el nepotismo en los cargos públicos, aunque no sea ley. La dedicatoria para los Yunes quedó asentada y en política no hay coincidencias.
Aunque Patricia Lobeira tampoco es la más destacada neomorenista y quizá hasta sería el momento una purga en Morena. En 2018 luego de que su esposo Miguel Ángel perdió las votaciones al gobierno de Veracruz, ella, compartió en sus redes sociales, un meme con el personaje de “El Pirrurris”, que interpreta el actor Luis de Alba, con un mensaje que decía: “Ni te ilusiones! El Peje no te va a quitar lo naco”.
Estos componentes son los que tienen a los Yunes arrinconados y presa fácil de Alberto Anaya. Su pasado sale a flote y les impide dar el salto a las grandes ligas de la cuatroté. Hasta el momento, el PT parece ser su segunda opción.
El PT no ha transitado por la vida democrática de manera independiente en sus tres décadas de existencia. Su vida política se sustenta en ser una rémora de los partidos con los que hace alianza. Morena no es la excepción.
La decisión del PT de ir en solitario a la elección del 1 de junio en donde se disputarán mil 54 cargos es la estrategia arriesgada, pero si adoptan a los Yunes es la jugada de siempre de Alberto Anaya. Juegan con las piezas que ya conocen el terreno y que tienen la ambición de mantener su estilo de vida amparado al poder como es el yunismo.
De acuerdo con el análisis interno del PT con la fuerza que representan a través de un “jingle” en el que se cuelgan de la cuatroté, tienen el capital político para ganar alrededor de 30 municipios.
La realidad es que los jefes del PT tienen al partido a disposición de disidentes y aspiracionistas al poder. Eso es lo que será el experimento de los petistas en los próximos comicios. Los Yunes son disidentes del PAN y aspiracionista del poder. Tienen el perfil idóneo para entrar al juego de Alberto Anaya y tener la posibilidad de esquivar el candado de Morena. Aunque el PT no les garantiza triunfo.