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23 de abril de 2025
Opinión

Convicciones

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  • febrero 6, 2025

Del silencio y la palabra, poesía de Mauricio Brehm

Rubén Aguilar Valenzuela

 

Cuando terminé Del silencio y la palabra (La Oca Editores, México, 1991) del poeta y sacerdote jesuita Mauricio Brehm, le escribí al dramaturgo Luis de Tavira, de quien sabía había sido su maestro, y le pedí me comentara que pensaba de él. Transcribo el texto que me mandó:

 

Para mí, como para muchos compañeros de bachillerato del Instituto Patria, el encuentro con Mauricio Brehm fue decisivo.

 

Un jesuita excepcional, único, semejante solo a sí mismo y distinto de todos los demás. Un maestro inspirador que contagiaba un entusiasmo cabal por el arte y por la vida interior, al tiempo que convocaba al disfrute común del deporte, el humor negro, la polémica, la música o el teatro.

 

Un hombre retraído, poseedor de algún secreto irresistible, al tiempo que el más efusivo comunicador de la tradición literaria. Sombrío y festivo, inaccesible y generoso, riguroso y flexible; un hombre dotado de una poderosa y contradictoria personalidad.

 

A Mauricio Brehm yo le debo el descubrimiento y la iniciación al teatro, en un momento en el que yo no podía ni sospechar que el teatro sería la pasión de mi vida.

 

En mi recuerdo sobresalen cinco rasgos deslumbrantes: el pedagogo, el director de teatro, el lector, el poeta y el místico.

 

Años más tarde, ya en la Facultad de Filosofía y Letras, leí el maravilloso libro “Juan de Mairena” de Machado y recuerdo que pensé asombrado: Así es Mauricio Brehm por ejemplo en este esbozo: “El alma de cada hombre -cuenta Mairena que decía su maestro- pudiera ser una pura intimidad, una morada sin puertas ni ventanas, dicho líricamente una melodía que se canta y se escucha a sí misma y que al hacerlo, descubre a todos en la misma armonía…”

 

Sobre todas las cosas, Mauricio Brehm fue un poeta que guardó para después el prodigio de su obra, porque sabía que el que escribe platica con el tiempo.

 

Su poética se trama en la apropiación de la tradición y en su personal originalidad; era un solitario dotado de un don sobrenatural que le permitía ver y decir lo que otros no pueden.

 

Del silencio y la palabra es el primer libro que se publica con la obra de Mauricio Brehm, que reúne 140 de sus poesías. La introducción es de Luis Fernando Brehm, que ofrece un estudio de su obra escrita entre 1948 y 1986.

 

Federico Brehm presenta una semblanza de la vida de Mauricio Brehm, que nace en la Ciudad de México en 1927. Es el segundo de ocho hermanos. Ingresa a la Compañía de Jesús como hermano coadjutor. A partir de 1961 empieza a enseñar literatura en el Colegio Patria, y al cierre de este lo sigue haciendo en la licenciatura, maestría y doctorado de la Universidad Iberoamericana.

 

Animado por muchos decide estudiar teología y en 1977 se ordena sacerdote. Sus superiores lo envían al Colegio Lux, que los jesuitas tienen en León, Guanajuato, donde continuó con sus clases de literatura. En la madrugada del 26 de septiembre de 1986 parte a otra vida.

 

En la cuarta de forros se dice: “Recuperar la obra poética, hasta hoy inédita, de Mauricio Brehm (1927-1986) es no solo un acto de justicia, sino una importante aportación a la literatura mexicana. Sacerdote jesuita, poeta místico, maestro por vocación ineludible, ensayista y autor de libros de texto, Brehm está llamado a llenar una de las páginas más intensas y deslumbrantes de la poesía mexicana en este siglo”.

 

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El libro está editado por La Oca Editores, el proyecto que dirigió el dramaturgo mexicano José Ramón Enríquez. La escultura de la portada es de Mario Ávila. Los dos fueron jesuitas.

 

Del silencio y la palabra

Mauricio Brehm

La Oca Editores

México, 1991

  1. 220

 

 

@RubenAguilar