Cobros indebidos, abusos físicos y psicológicos han sido denunciados por personas que han acudido al centro de rehabilitación de adicciones “Tú decides cómo vivir”, ubicado en Parras de la Fuente, Coahuila
RICARDO MARTÍNEZ
El centro de rehabilitación “Tú decides cómo vivir”, ubicado en la colonia Palmeras del municipio de Parras de la Fuente, Coahuila, está bajo escrutinio tras múltiples denuncias de maltrato, abusos físicos y cobros indebidos a familiares de internos. Personas que han confiado en este lugar para tratar problemas de adicción han levantado la voz ante las presuntas irregularidades y abusos que, según afirman, se cometen al interior de este centro.
Diversos testimonios en poder de Grupo Región revelan un patrón de malos tratos, condiciones precarias y extorsiones económicas que afectan tanto a los internos como a sus familias. Entre los casos más preocupantes, se encuentra el de una familia que asegura haber tenido que pagar hasta 15 mil pesos para liberar a un ser querido, quien salió del centro con visibles signos de abuso físico. Esta situación ha generado una creciente preocupación en la comunidad local, donde ya se exige una investigación a fondo por parte de las autoridades para esclarecer lo que ocurre dentro del controvertido establecimiento.
En medio de estas acusaciones, el reciente ingreso de un hombre herido al centro de salud del municipio ha avivado aún más las sospechas, alimentando la inquietud sobre posibles actos de maltrato en el lugar.
Por lo anterior, personas afectadas y la comunidad en general exigen a la Fiscalía General del Estado y a la Secretaría de Salud investigar este sitio, ante el riesgo en que se coloca a los internos y su familias, quienes tienen temor a represalias.
Golpes, comida precaria y extorsión
Una mujer, cuyo padre fue internado por problemas de alcoholismo, compartió detalles sobre la experiencia traumática que vivió su familia durante la estancia en dicho centro.
“Nosotros ingresamos a mi papá por su problema de alcoholismo. Al principio nos pidieron 3 mil 500 pesos para recibirlo, y una semana después nos cobraron miil 500 más 400 pesos para el mandado que le pedían. Además, teníamos que llevar aparte lo que nos solicitaban para la comida”, relató.
Desde el primer momento, la familia no pudo ver al paciente, lo cual les pareció extraño. Aunque en el contrato firmado se especificaba que los internos recibirían buen trato y realizarían actividades, la realidad parecía ser muy distinta.
“Escuchamos rumores de que los golpeaban y que no les daban de comer. Mi mamá fue a hablar con el encargado, el dueño del lugar, pero él se negó a permitirle ver a mi papá. Ella decidió sacarlo, pero para hacerlo, el encargado exigió 15 mil pesos. Si no pagábamos, no lo dejaban salir”, explicó la denunciante.
Tras pagar la suma exigida, el padre fue liberado, pero salió con daño físico, “Mi papá salió golpeado. Le preguntamos cómo lo trataban y nos dijo que lo cacheteaban y golpeaban. Incluso mencionó que llevaron a otro interno de nuevo ingreso, lo vistieron de mujer y lo agarraron a 30 cintarazos”, expuso.
El testimonio también destaca las condiciones precarias en las que los internos vivían, “Nos pedían que lleváramos alimentos como atún y arroz, pero a los internos solo les daban papas cocidas, arroz y avena, siempre lo mismo. Mi papá le comentó a otro padre de familia, que también tenía a su hijo internado, lo que ocurría dentro: los golpeaban y, en algunos casos, los dejaban sin comer y sin ver a sus familiares”.
La familia asegura que, además de los abusos físicos, el centro incumplía con el reglamento y las promesas que hacían a los familiares. “Los 15 mil pesos que tuvimos que pagar para que lo dejaran salir no estaban estipulados en ningún contrato”, concluyó.
Anexo exige pagos de hasta 15 mil pesos para liberar a los internos
En otro testimonio revelador, una madre decidió alzar la voz para denunciar los abusos y cobros indebidos que sufrió tras ingresar a su hijo al centro de rehabilitación “Tú decide cómo vivir”, en donde también se le condicionó la salida de su familiar por un pago de 7 mil pesos.
La familia decidió ingresar al joven en el centro, atraída por la supuesta especialización en el tratamiento de adicciones y las promesas de una recuperación efectiva. Sin embargo, pronto comenzaron a notar irregularidades.
“Al principio pagué el ingreso y una pequeña despensa semanal, que consistía en 10 kilos de papa, 10 jabones de baño y otros artículos. Cada domingo teníamos que asistir a terapias, y al final, se nos exigía un pago de 500 pesos por familia, que se entregaba directamente al señor Guillermo antes de salir del salón de juntas”, relata la madre.
La presión económica no fue el único problema. El trato hacia los internos era cada vez más preocupante. Tras un presunto incidente en el que su hijo intentó escapar, el director del centro informó a la madre que habría “repercusiones” para su hijo. Cuando ella empezó a notar que su hijo ya no aparecía en las evidencias diarias que enviaban por WhatsApp, decidió ir personalmente al centro sin previo aviso.
“Me preocupaba no verlo en las fotos o videos de las terapias, así que decidí ir sin avisar. Cuando llegué, el señor Guillermo se molestó y me dijo que si quería ver a mi hijo o sacarlo, primero debía pagar 7 mil pesos”, recuerda con indignación. A pesar de las amenazas y la presión del director, la madre insistió en ver a su hijo.
Cuando finalmente lo vio, el impacto fue devastador. “Mi hijo estaba irreconocible, salió como un vagabundo, flaco, como loco, con el pelo muy largo y sucio, y con los ojos amarillentos, salió como con muchos nervios, porque estuvieron ejerciendo presión psicológica con él, parecía que estaba activo en las drogas”, narra.
El testimonio también señala que el trato inhumano hacia los internos no era un caso aislado. “Él escuchó de varias personas que también han dicho que sus familiares fueron golpeados o que se escaparon por el maltrato que recibieron”, denunció.
Además, mencionó que la psicóloga que trabajaba en el centro, ya quien respetaba por su profesionalismo, renunció poco después de los hechos.
El testimonio de esta madre revela la terrible realidad de algunos centros de rehabilitación, donde los internos sufren maltratos y las familias son extorsionadas económicamente.
“Yo confié en este centro para que ayudara a mi hijo, pero lo que viví fue una pesadilla. Salió peor de lo que entró, y además de lo físico, el daño psicológico fue enorme”, destaca.
Encargados de anexo llevan a un hombre herido al centro de salud
El pasado viernes, alrededor de las 9 de la mañana, un hombre fue ingresado al centro de salud del municipio de Parras de la Fuente con visibles heridas en el pómulo izquierdo. El lesionado vestía una playera del centro de rehabilitación para adictos “Tú decides cómo vivir”, lo que de inmediato generó preguntas sobre su origen y las circunstancias del incidente.
Acompañado por dos hombres, uno de los cuales sostenía firmemente su brazo y no fue identificado, y otro que caminaba discretamente por los pasillos intentando pasar desapercibido, y cuya escena en el centro médico levantó sospechas entre quienes presenciaron la llegada.
Uno de los acompañantes fue reconocido como Guillermo de Valle, encargado del grupo de rehabilitación. Al ser cuestionado por Grupo Región sobre lo sucedido, De Valle afirmó que el lesionado es un paciente psiquiátrico que se habría golpeado accidentalmente tras una caída, sin ofrecer mayores detalles sobre el estado del joven.
Sin embargo, las imágenes del herido, quien también presentaba un ojo morado, alimentaron las sospechas de maltrato. Allegados al centro identificaron al paciente como Alfredo, un hombre de 30 años, y según las declaraciones de Guillermo de Valle, Alfredo padece de esquizofrenia, y sus lesiones fueron producto de una caída. Hasta el momento, se desconoce si la familia del joven ha sido informada sobre lo sucedido.
El caso ha generado inquietud entre los vecinos de la localidad y los allegados al grupo de rehabilitación, quienes exigen una investigación más a fondo para esclarecer si las lesiones del joven realmente fueron accidentales o si existe algún indicio de maltrato en el centro “Tú decides cómo vivir”.
Ante la creciente preocupación y los testimonios de maltrato, la comunidad de Parras de la Fuente y los familiares de los internos exigen una intervención inmediata de las autoridades.
Las denuncias que apuntan a abusos físicos, psicológicos y extorsiones en el centro de rehabilitación “Tú decides cómo vivir” han despertado un llamado urgente para que la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Salud investiguen a fondo las actividades de este lugar.
Las familias no solo buscan justicia para los afectados, sino también prevenir que otros internos sufran los mismos abusos en un espacio que, según los denunciantes, debería ser de apoyo y recuperación.