Los 12 gobernadores de la Alianza Federalista y la Alianza Centro Bajío Occidente compartieron su preocupación por el hecho de que el sistema federal no haya podido articular una respuesta coherente para hacer frente a la crisis de la Covid-19 y la ausencia de un plan integral de impulso a la economía, en el que concurran la Federación, las entidades federativas, los sectores económicos y sociales del país.
Al respecto, el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís subrayó la necesidad de contar con un propuso un nuevo Pacto Federal justo, equitativo y responsable “para quienes servimos a los ciudadanos frente a la contingencia de salud, económica y de seguridad que atraviesa México”.
Ambas Alianzas integradas por los mandatarios estatales de Coahuila, Aguascalientes, Chihuahua, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Tamaulipas expresaron la importancia de avanzar hacia un nuevo federalismo cooperativo y responsable.
Los gobernadores explicaron que se trata de un nuevo modelo de descentralización articulado a partir de atribuciones, responsabilidades y deberes claramente delimitados, que permita el fortalecimiento de las capacidades locales y que multiplique los esfuerzos institucionales para detonar el desarrollo sustentable con un enfoque regional.
Este nuevo federalismo permitirá aprovechar al máximo las oportunidades de la entrada en vigor del T-MEC, acelerar la recuperación económica del país, fortalecer las finanzas públicas y promover la inversión público-privada en infraestructura y en servicios públicos.
Durante la primera reunión virtual de trabajo conjunta para abordar el estado actual de la crisis sanitaria generada por la Covid-19 y sus efectos económicos y sociales, el gobernador de Coahuila expresó que el encuentro a distancia es un gran paso en la búsqueda de salud, justicia, seguridad y desarrollo para los ciudadanos de los 12 estados.
Tras compartir los datos prospectivos de la economía y el impacto en la inversión y el desempleo provocados por la pandemia, y hacer un balance de las medidas tomadas por los gobiernos estatales, se hizo énfasis en las distorsiones vigentes del Sistema de Coordinación Fiscal y el trato inequitativo de que reciben las entidades federativas, sobre todo ante la caída inevitable de la recaudación federal participable, de la reducción del gasto federalizado, y de la centralización de recursos por parte de la Federación.
Los gobernadores hicieron hincapié en que la condición necesaria para renovar el federalismo mexicano es un nuevo Pacto Fiscal, más justo, equitativo y, sobre todo, sensible a las particularidades de cada polo regional según sus vocaciones de crecimiento y competitividad.
En ese sentido, los dos bloques de gobernadores acordaron formar una mesa de trabajo encargada de impulsar un nuevo federalismo y, en particular, elaborar un planteamiento formal al Gobierno federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para revisar los términos y las condiciones de los instrumentos jurídicos de adhesión y coordinación en el marco del Sistema de Coordinación Fiscal.
Lo anterior, en el entendido de que, conforme a la Constitución de la República, el Pacto Fiscal es un acuerdo de voluntades entre la Federación y las soberanías estatales, que debe evolucionar en el tiempo según las circunstancias y desafíos del país, sin perjuicio de convenir cambios estructurales que fortalezcan a las haciendas públicas y mejoren la calidad del gasto público nacional.