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Coahuila 'encanta' a los extranjeros

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19 de Noviembre 2024

CHRISTYAN ESTRADA, LESLIE DELGADO, VICTOR BARRÓN, NORMA RAMÍREZ, JESSICA ROSALES, IVONNE AGUILERA
PARTE 1/2

En las últimas décadas, la población extranjera residente en Coahuila aumentó más del 150 por ciento, pasando de 11,010 personas en 2000 a 28,295 en 2020, según datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, por lo que hoy podemos ver a personas de Venezuela, Canadá, Cuba, Francia, China y Corea viviendo en sus ciudades.

Aunque no se tienen datos de los años recientes, expertos aseguran que esta tendencia se mantiene, atraídos por factores como la seguridad, la calidad de vida, el atractivo laboral en sectores estratégicos y el crecimiento impulsado por la cercanía con Estados Unidos los extranjeros deciden establecerse en la entidad.

El 70% de quienes residentes en el estado provienen de Estados Unidos, mientras que el 10.4% corresponde a personas de Venezuela, Honduras, El Salvador. Además, Coahuila se posiciona como un destino clave para quienes buscan estabilidad económica, gracias a su dinámica industrial y las oportunidades en sectores como el automotriz y el agrícola.

La atracción de capital extranjero posicionó a Coahuila como el séptimo estado en inversión extranjera directa durante el primer semestre de 2021, con un monto de 963.3 millones de dólares. Este dinamismo económico, especialmente en los sectores automotriz y agrícola, convierte al estado en un destino laboral atractivo tanto para extranjeros como para nacionales.

Este panorama, donde convergen la movilidad internacional y las inversiones estratégicas, reafirma el papel de Coahuila como un punto de atracción para la población migrante y extranjera, al tiempo que enfrenta retos para garantizar su integración y bienestar.

*Más jóvenes extranjeros eligen Coahuila como su nuevo hogar*

La población extranjera en Coahuila tiene una composición casi equilibrada entre hombres y mujeres, aunque los hombres representan un 52.5%. Su edad mediana es de apenas 15 años, lo que refleja un perfil predominantemente joven. Además, más de la mitad de estas personas tienen ascendencia mexicana, y en los menores de 18 años, 8 de cada 10 son hijos de padre o madre mexicanos.

Geográficamente, el 43% de los extranjeros residen en los municipios fronterizos de Piedras Negras y Ciudad Acuña, mientras que el 30% se concentra en Saltillo y Torreón.

En el caso de las Tarjetas de Residente Temporal (TRT) , Coahuila ocupó el puesto 14 a nivel nacional en 2021, con apenas el 1.8% del total emitido en el país. Los principales beneficiarios fueron ciudadanos de Estados Unidos, Corea del Sur e India, debido a la inversión extranjera directa en sectores como el automotriz y el agrícola.

Un dato relevante es la emisión de Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH) , que en un 60% fueron otorgadas a personas de origen haitiano. Este fenómeno se intensificó en 2021, cuando ciudadanos haitianos formaron campamentos improvisados en los puentes internacionales de Piedras Negras y Ciudad Acuña, fronterizos con Texas. Los siguientes grupos con mayor representación fueron los provenientes de Honduras y Chile

En 2021, el Instituto Nacional de Migración (INM) emitió 2,011 Tarjetas de Residente Permanente (TRP) en Coahuila, lo que representó un incremento del 5.3% respecto al año anterior. Cabe destacar que el 70% de las Tarjetas de Residente Permanente emitidas en la entidad tuvieron como propósito la protección y el refugio.

*“Yo tenía que haber nacido aquí en Saltillo: Julio de Cuba”*

Cuando llegó a Saltillo, el clima le encantó, pero lo mejor fue encontrar un grupo de personas que lo apoyaron desinteresadamente.
Julio Luis Acosta Noa, es un padre de familia de 34 años, que llego a la capital de Coahuila, una noche de agosto de este año, proveniente de Tapachula, Chiapas, con tan solo una maleta y la esperanza de conseguir un empleo.
Nacido en la ciudad de Guanajay, en la provincia de Artemisa, Cuba, Julio dejó su isla hace un año para dirigirse a Nicaragua, y de esa manera poder cruzar la frontera sur de México, donde hizo su solicitud de refugio.
Al llegar por primera vez al centro de Saltillo, Julio asegura haber podido “respirar la seguridad” de la ciudad, lo cual fue fundamental para decidir quedarse y buscar la oportunidad de empleo que tanto deseaba.
Su primer trabajo fue como mesero en un restaurante y, semanas después, fue contratado como agente de ventas en una reconocida agencia de automóviles.
“Las empresas donde he trabajado me han abierto las puertas para un mejor futuro. No importa que no sea de aquí, siempre y cuando vengas con ganas de trabajar y seas una persona honesta,” asegura Julio, quien afirma que estas experiencias lo han hecho sentirse “como en casa”.
“Aquí he visto los cielos más hermosos. A veces te levantas en la mañana y no ves ni una nube; ves el cielo totalmente despejado y azul. Realmente me he enamorado de Saltillo,” comenta.
Además de su familia, lo único que extraña de Cuba es el mar, ya que afirma que para los cubanos el mar y la playa son “como un des-estrés”.
La vida en los rancho, la vestimenta vaquera, el uso de botas y sombrero, los animales de granja, las vacas y montar a caballo son algunos aspectos de la cultura saltillense que más le han gustado a Julio.
Recientemente, asistió al Festival del Rodeo, donde la música country, la comida, las montas de toro y los caballos lo hicieron decirse a sí mismo: “Yo tenía que haber nacido aquí en Saltillo; realmente me ha gustado todo.”
“Desde Cuba siempre me han gustado los caballos y todo lo relacionado, pero allá no se ve esta tradición de vestirse con ropa vaquera tan arraigada como aquí,” expresa, al recordar que asistir a su primer rodeo fue espectacular y ver cómo la gente viste “ropa vaquera” incluso para ir a un centro comercial.
Con las actividades recientes en el centro de Saltillo por el Día de Muertos, Julio Luis descubrió otro aspecto cultural de México. Su principal reto ha sido “el chile”, ya que en Cuba no se consume, pero asegura que poco a poco se ha ido adaptando y ahora le encanta la comida mexicana.
Después de disfrutar de la seguridad y tranquilidad de caminar por el centro de Saltillo a medianoche para ir a comer unos tacos, Julio opina que los extranjeros que buscan vivir en México deben adaptarse al sistema y a la idiosincrasia del país.
Sin embargo, afirma que, sin importar la nacionalidad, “la persona que es de buen corazón siempre será bienvenida donde sea.”
Tras encontrar un trabajo con el cual puede alcanzar algunas de sus metas, Julio Luis busca traer a sus dos hijos y a su esposa para que ellos también puedan “respirar la libertad” que él ahora vive en Saltillo, donde afirma que ha encontrado una buena calidad de vida.
“Donde yo nací hay un sistema socialista, y aquí (en Saltillo), el sistema capitalista te permite crecer y mantener a tu familia, siempre y cuando no caigas en drogas u otros vicios,” comenta Julio Luis. Después de tres meses en la capital de Coahuila, siente como si hubiera nacido aquí, pues ha encontrado una oportunidad laboral que le permite desarrollarse profesionalmente y prosperar junto a su esposa e hijos.

*Vivo mi pasión por la música, viviendo en Coahuila: Arnoldo de Francia*

Su amor por la música lo trajo a México, donde, tras presentarse en un festival en Guadalajara, se unió a la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, la cual tenía apenas tres meses de haberse formado bajo la dirección del maestro Natanael Espinoza. Su nombre es Arnoldo Mateo Druart, un músico francés de 41 años que vive en Saltillo desde hace diez años.
“Estudié la maestría en trombón bajo principal en el Conservatorio Superior de París, en el noreste de Francia. Pasé por muchos concursos allá y mi deseo era formar parte de una orquesta profesional,” recuerda Arnoldo, quien, antes de llegar por primera vez a México, participó en audiciones para compañías de música en Bruselas, Suiza, Inglaterra y España.
Durante la última década, Arnoldo ha sido testigo del vertiginoso crecimiento de Saltillo, donde ha vivido en diversas colonias como Guanajuato, Fundadores, Los Ángeles y actualmente en la zona centro. Además de recorrer el país y el estado con las presentaciones de la Orquesta Filarmónica del Desierto, Arnoldo es miembro del grupo Los Pachicoolers y, desde hace ocho meses, conduce el programa de música francesa “La Ciudad de la Luz” en Radio Concierto 97.7 FM, la estación de música clásica de Saltillo.
“Aprendí español aquí en México, y la mayor conexión cultural que encontré fue la religión católica, lo que me ayudó a entender mejor la cultura, ya que yo también soy católico,” comenta Arnoldo. A pesar de que en Francia no es común consumir alimentos picantes, sus platillos favoritos aquí son el mole y las gorditas con salsa.
“Vivo mi pasión por la música en Coahuila; aunque estoy lejos de mi familia, mi trabajo está aquí,” afirma Arnoldo, quien también fue maestro en la Alianza Francesa de Saltillo. En esta ciudad ha encontrado un sentido de libertad y la satisfacción de dedicarse a aquello para lo que se preparó en Francia.
“No fue fácil, pero era mi reto y mi pasión. Muchos de nosotros estamos aquí para hacer lo que más nos gusta, porque a través de la Orquesta llegamos a personas que disfrutan la música clásica,” señala Arnoldo, quien ha sido testigo del crecimiento profesional de la Orquesta Filarmónica del Desierto.
Con once horas de diferencia entre México y Francia y a diez mil kilómetros de distancia de su familia, Arnoldo ha encontrado en Saltillo una calidad de vida que le permite disfrutar de “los amigos y las carnes asadas,” un complemento que refuerza el vínculo que lo mantiene atado a esta tierra y a su posición como trombón bajo principal de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila.

*Chen Ling: La historia de una joven taiwanesa enraizada en Saltillo*

Chen Ling, una joven de 24 años originaria de Taiwán, comparte su experiencia de vida en la capital coahuilense, donde su familia encontró un hogar hace más de dos décadas. La decisión de migrar no fue al azar, sino una elección cuidadosamente guiada por el deseo de tranquilidad, seguridad y un clima más amable que el de su lugar de origen.
“Migramos de Taiwán, nos trajeron cuando éramos unos niños. Yo tenía unos parientes en Monterrey; vinieron una vez, les gustó y escogieron Saltillo para vivir. Lo que más les atrajo fue la tranquilidad, la seguridad, y el clima, porque allá es muy húmedo”, explica Chen, quien ha crecido en una fusión de tradiciones asiáticas y mexicanas.
Chen trabaja como traductora de chino a español, una habilidad que refleja su conexión con ambas culturas. Su familia, formada por sus padres jubilados, ha encontrado en Saltillo un ritmo de vida más pausado, muy diferente al de Taiwán. “Mis papás venían de un ritmo de vida muy acelerado y aquí se han incorporado muy bien. La gente nos recibió con los brazos abiertos”, comenta.
Aunque adaptarse a México ha sido un proceso largo, la familia Ling conserva parte de su herencia cultural. “Mis papás aún conservan mucho de la cultura de Taiwán y yo soy una combinación de ambas culturas. Hasta el día de hoy hay cosas en las que todavía no se pueden adaptar, como saludar con un beso o el contacto físico, porque ellos son más fríos. Sin embargo, ahora lo ven como algo normal”.
En cuanto a las tradiciones mexicanas, la familia ha adoptado algunas festividades locales, pero no todas. “La Navidad sí la celebramos. El Día de Muertos o el Día de Reyes tal vez no los practicamos, pero consumimos esas tradiciones”, señala Chen, evidenciando cómo la fusión cultural se refleja incluso en su vida cotidiana.
Chen también ha sido testigo de los cambios en Saltillo a lo largo de los años. “He visto muchos cambios. Saltillo se ha vuelto una ciudad internacional. Hace 24 años éramos de las primeras familias asiáticas que llegaron. Hemos vivido tanto tiempo aquí que ya nos acostumbramos al ritmo de vida”.
La experiencia de Chen Ling y su familia es un reflejo de cómo Saltillo ha evolucionado como un espacio multicultural, capaz de integrar a familias de diferentes orígenes. Para la joven, este rincón del noreste mexicano ya no es solo un lugar de residencia: es su hogar.

 

Pie de foto

Julio Luis Acosta Noa, originario de Cuba.

Chen Ling, de Taiwán.

Arnoldo Mateo Druart, de Francia.