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25 de junio de 2025
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“Todo sea por verlos felices”: mamás se ajustan el cinto

“Todo sea por verlos felices”: mamás se ajustan el cinto
  • junio 25, 2025

Zarza Aguilera

El ciclo escolar está por concluir y con ello llega una temporada que mezcla orgullo con preocupación:  las graduaciones. En muchos hogares saltillenses, las emociones se desbordan al ver a hijas e hijos culminar una etapa más en su formación, pero también los gastos se acumulan como si fueran parte del protocolo académico.

Desde el vestido o el traje, los zapatos nuevos, el peinado, el maquillaje, las fotografías, hasta la cena o el viaje con los compañeros, cada detalle suma. Incluso para quienes se gradúan en secundaria o preparatoria, el gasto puede representar un duro golpe al bolsillo familiar.

“Uno quiere darles lo mejor, porque sabes que lo merecen. No importa que tengamos que recortar otros gastos, esta etapa no se repite”, compartió Rosa Elvira Martínez, madre de una joven que este mes egresa de preparatoria.

Cuenta que en su caso, además del pago de la cena y el vestido de su hija, se sumó la compra del tradicional anillo de graduación, el cual la joven quiso como recuerdo especial. “Lo estuvimos viendo desde hace meses, y le dije: si lo quieres, vamos a hacer que se pueda. Ya no hubo vacaciones, pero sí anillo”, dijo entre risas.

Las tiendas en el centro y al norte de Saltillo lucen ahora aparadores repletos de regalos temáticos, globos, detalles personalizados y todo tipo de obsequios que también forman parte del ritual. Mientras tanto, algunos padres recurren a créditos, tandas, ventas por catálogo o incluso apoyos entre familiares para solventar los gastos.

“El uniforme se lo dejé impecable, planchadito con almidón, como si fuera su primer día. Pero ahora es su último pase de lista y quiero que lo recuerde con cariño. No tengo para mucho, pero sí para que ella se sienta feliz y orgullosa”, compartió otra madre de familia en una tienda de accesorios.

Las graduaciones no sólo cierran un ciclo escolar, también abren una etapa llena de sueños. Aunque el costo puede ser alto, el valor emocional que representa para las familias lo convierte en una inversión del corazón.