Rio Babel

La división de Morena
Por Luis Guillermo Hernández Aranda
Morena tiene todo el poder, sin embargo, no tiene unidad. A nivel nacional y estatal las fisuras son muchas y las heridas, propias de las puñaladas por la espalda no parecen fáciles de sanar.
En el pasado inmediato las tribus de Morena no se habían destruido entre ellos porque la figura del entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, servía como punto de unión. Durante 6 años el tabasqueño dedicó 90 por ciento de su tiempo a ser líder de su partido político y sólo el 10 por ciento restante a ser presidente de México.
Hoy sin la figura del gran Tlatoani en Palacio Nacional muchos notables de Morena evidencian que sus lealtades están más con el ex, que con la actual presidenta Claudia Sheinbaum.
En política nada es casualidad, de ahí que no podamos tomar como un simple descuido el hecho de que Luisa María Alcalde, presidenta de Morena; Adán Augusto, senador morenista, mismo cargo de Manuel Velasco, pero con el Verde, y Ricardo Monreal, diputado guinda, entre otros, no hayan saludado a la presidenta por estar más preocupados por tomarse la foto con Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena.
¿Cuándo un secretario de partido había sido más importante que la figura presidencial? Nunca, con la salvedad de que hoy dicho cargo lo ocupa el hijo del ex presidente a quienes mucho ya ven como el próximo sucesor de Sheinbaum.
Tampoco se puede minimizar el hecho de que la primera reforma constitucional enviada por Claudia Sheinbaum para prohibir el nepotismo en las próximas elecciones haya sido enviada hasta el 2030 por la operación política de Monreal y Adán Augusto, este último sobre todo incondicional de López Obrador.
En Coahuila las cosas no pintan muy diferentes. El Día de la Mujer fue el marco para evidenciar la división entre los militantes de este partido cuando en sus redes sociales la senadora Cecy Guadiana compartió una manta donde se acusa a Antonio Atollini de abusador, machista y misógino, asegurando que el diputado local ‘no tiene autoridad moral para representar a las mujeres”.
La respuesta de Attolini no tardó en llegar. En sus redes respondió: ‘No tiene autoridad moral quien ostenta el poder derivado del nepotismo, una de las peores lacras del neoliberalismo”.
Así se llevan en Morena donde la unidad no es su principal característica y pareciera que tampoco su lealtad a la presidenta Claudia Sheinbaum.