Duermevela
Reformar para transformar
Por Cyntia Moncada*
Desde Matatena lo hemos dicho siempre: el embarazo adolescente es una realidad compleja y si no comprendemos la magnitud de lo que implica, el enfoque que tomemos será insuficiente si queremos abordar la raíz del problema.
Cuando hablamos de embarazo adolescente, es necesario verlo en su dimensión más amplia: un problema que atraviesa la pobreza, las brechas de género, la violencia sexual, el acceso a la salud y la carencia de una educación sexual integral. No se puede abordar como un fenómeno homogéneo, ya que las experiencias y desafíos varían ampliamente.
A pesar de la magnitud de esta problemática, es evidente que carecemos de políticas públicas adecuadas que la aborden de manera efectiva. Esta carencia resalta la necesidad urgente de un marco legal que contemple las diversas realidades que enfrentan las adolescencias y juventudes.
Sin un marco legal sólido, las políticas públicas corren el riesgo de ser débiles e ineficaces. Las leyes deben proteger a las adolescencias y juventudes, creando un entorno que considere estos factores y les permita tomar decisiones informadas sobre su vida y su cuerpo. Necesitamos un enfoque legislativo renovado, que se enfoque en la prevención, la educación y el acompañamiento.
Es por eso que Matatena firmará este martes un convenio con el Congreso del Estado de Coahuila para llevar a cabo un análisis, monitoreo y actualización legislativa sobre el embarazo adolescente.
El objetivo de este convenio es revisar las leyes relacionadas con el tema, identificar vacíos legales y proponer reformas que realmente protejan los derechos de las adolescencias y juventudes, sin caer en enfoques punitivos o estigmatizantes. Además, se incluirán foros de escucha en los que podrán expresar sus opiniones y vivencias sobre el tema, buscando que las reformas consideren sus realidades.
Buscamos impulsar políticas públicas que prioricen la prevención del embarazo adolescente, sin juicios ni estigmas, sino ofreciendo herramientas reales que permitan a las adolescencias y juventudes disfrutar plenamente de su vida. En lugar de culpar, educar; en lugar de estigmatizar, acompañar.
Es cierto que el cambio no depende únicamente de las leyes, pero contar con un marco legal adecuado es un avance fundamental. La sociedad en su conjunto debe ser parte activa de este proceso. Necesitamos crear un entorno donde las adolescencias y juventudes no solo tengan acceso a la información, sino también el apoyo emocional, psicológico y social necesario para tomar decisiones libres y seguras.
Solo a través de la colaboración entre instituciones, comunidades y familias lograremos erradicar el embarazo infantil y garantizar que las juventudes puedan elegir el futuro que desean, sin las limitaciones impuestas por estructuras desiguales.
Porque en un estado justo las niñas no son madres: las queremos jugando, no gestando.
*Presidenta de Matatena, una asociación dedicada a la defensa de los derechos de las niñas, adolescencias y juventudes.