Duermevela

Vórtice: escribir desde el centro
Por Cyntia Moncada
Recientemente, Liliana Contreras publicó “Vórtice”, su primer libro de poesía, bajo el sello de la editorial Atemporia, y es un privilegio ser testigo de cómo ha evolucionado su voz como escritora a lo largo del tiempo.
Este nuevo libro no solo confirma esa evolución, sino que refleja un proceso madurativo gestado con la experiencia en la escritura, pero también —y sobre todo— en la vida.
Una vida que, además, empuja entre tantas ocupaciones, que exige estar en mil lugares al mismo tiempo. En ese contexto, ya no basta con tener una habitación propia, como escribía Virginia Woolf: hay que arrebatarle la escritura a lo cotidiano.
Escribir, para muchas mujeres, es un acto vital.
“Vórtice” nace de esa urgencia, de esa necesidad de hablar aunque haya testigos y falte el silencio y el tiempo. Desde ahí, arrebatándole letras a lo cotidiano, Lili se lanza al centro del torbellino con este libro.
Es una bocanada de libertad. Se vive con una intensidad calma, como un huracán que, en lugar de destruir, pone todo en su sitio. Es un viaje hacia el centro de una misma y la conquista de la libertad del cuerpo.
Un cuerpo sin excusas para sentir, para amar, para escribir.
Como un ventanal en medio del desierto, se abre a la posibilidad de mirar con claridad, respirar hondo y dejarse tocar por el amor sin miedo, como quien encuentra sombra, aire y vida en un calor áspero.
Es una melodía tejida de susurros, caricias y sonidos para otros inadvertidos; una declaración de amor madura, cotidiana, libre.
Tiene una escritura que no se esconde, que se superpone, que pelea por ganarle terreno al ruido de lo cotidiano.
Es la declaración de amor de una mujer que también es madre, que escribe, que crea, que se permite nombrar el deseo sin culpa, sin renuncias.
Pero también, recorrer sus páginas es visitar a hurtadillas una habitación silenciosa donde una historia se vuelve sagrada. Una habitación que no siempre fue propia, pero que ahora es habitada sin culpa, sin pudor, con todo el temblor de lo genuino.
Me emociona que finalmente vea la luz un libro de poesía de Lili Contreras. Después de una gran trayectoria en la narrativa, este libro no solo era necesario: era inevitable.
Ojalá “Vórtice” no sea una llegada, sino un punto de partida, una invitación.
Porque cuando una mujer se atreve a escribir desde su centro, no solo escribe un libro: abre un cauce por donde otras también podemos fluir.