Dobleces

Noroña extremo

Las corrientes políticas al interior del Partido del Trabajo se hacen visibles. El senador Gerardo Fernández Noroña, representa al grupo del oficialismo y, obedece a los principios y narrativas del “movimiento”. En tanto, un sector de los petistas están en la línea de tomar sana distancia de la cuatroté y entrar en una renegociación política de fondo.

La división de facciones petistas se profundizó desde el momento en que Fernández Noroña puso en duda los hallazgos de los colectivos de familiares de personas desaparecidas, en el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco. Es el punto de inflexión, y muestra la ya menguada política interna del eterno dirigente y senador Alberto Anaya Gutiérrez. Nadie lo obedece.

Durante años, la militancia del PT se subordinaba a las decisiones de Alberto Anaya y su petit comité. La presencia de Fernández Noroña rompió con la monolítica dirigencia y le resta protagonismo. Hace ruido, da declaraciones en sentido contrario y obliga al partido a ser una rémora de la cuatroté. Noroña ya es insostenible en las filas del PT.

La última vez que existió una corriente interna en el PT fue la que creó José Narro Céspedes y se desprendió del partido entre abucheos y acusaciones mal uso de recursos públicos por parte de Alberto Anaya. En 2009 corrió al PRD, entonces dirigido por Jesús Ortega y se mantuvo hasta que fue excluido. Anaya se sacudió a su opositor interno.

Ahora, las declaraciones de Fernández Noroña, respecto al caso del rancho Izaguirre, sacan a flote que el PT de Jalisco y Noroña son antagónicos. En tanto, Anaya se escurre y deja que su partido tenga dos caras frente a la cuatroté.

Estos elementos son suficientes para que Fernández Noroña deje el partido al que quiere mangonear, justo cuando no irán en alianza completa paras las elecciones de junio próximo. El PT da señales de perredización.

Dos petistas pusieron en su lugar al senador y presidente de la mesa directiva. José Luis Sánchez González, diputado federal del Partido del Trabajo, se desmarcó del senador al señalar que Noroña “está mal informado, no es un montaje, es una realidad; las víctimas se han acreditado, están registradas y los familiares, padres, hijos, hermanos, existen”.

A esto, el coordinador de los diputados PT, en Jalisco, Leonardo Almaguer afirmó que Noroña debe reconsiderar su posicionamiento y estar de lado de jaliscienses y las víctimas.

Las dos caras del PT son evidentes. Fernández Noroña minimizó el caso y fustigó el sufrimiento de las madres buscadoras, a las que se les debe el hallazgo de dicho rancho donde se presume el adiestramiento de personas en contra de su voluntad para pertenecer al narco.

Alberto Anaya tiene un partido dividido en un tema sensible. Su espacio de negociación con Morena se cierra y en el interior tiene a Fernández Noroña que jala al partido a la “obediencia a ciegas” y sus legisladores van en sentido contrario a las declaraciones emitidas por el senador al que le sobra oficialismo y le falta tacto político.