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Israel Mendoza Pérez
@imendozape
Cuauhtémoc Blanco está en “tiempo extra” en el lado correcto de la historia. Las denuncias en su contra presentadas por la gobernadora de Morelos Margarita González Saravia, por un desfalco de 40 millones de pesos, y la “Ley de Juicio Político” impulsada por su exsocio político y compañero de bancada, Hugo Eric Flores Cervantes conjuntan la acción concertada para zafar a Morena del exjugador americanista y sus escándalos.
El momento es ideal para desmarcarse del exdelantero y evitar daños al partido en el poder. En su momento, Hugo Eric Flores a través de su primer partido Encuentro Social abanderó Blanco y lo llevó a la gubernatura. Además, alcanzó a ser “superdelegado” en Morelos, por el arrastre del jugador y la alianza con Morena. Ahora, a través de una ley se deslinda del exgobernador e impulsa que el juicio político se lleve a cabo de manera fast track. Nada es coincidencia.
La gobernadora también rompió cualquier nexo con la administración de Cuauhtémoc Blanco. La denuncia se enfila a un desafuero o juicio político y es ahí donde está su creador y ahora enemigo Hugo Eric Flores.
Hugo Eric Flores Cervantes creyó que podría manejar a Cuauhtémoc Blanco, como gobernador, su capacidad quedó rebasada. Si no pudo con Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre cuando ambos mangoneaban el Frente Juvenil Revolucionario. Ahora, lo único que consiguió fue darle poder desmedido al exfutbolista y en lo futuro un rival político dentro de las mismas filas de Morena. Eso fue el absurdo, como muchos otros, en la carrera de Flores Cervantes.
El 16 de enero de 2023, Flores Cervantes, entonces dirigente nacional del Partido Encuentro Social (PES), anunció la ruptura con el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco, quien ganó los comicios en 2018 arropado por la coalición Juntos Haremos Historia que encabeza ese partido, ahora extinto.
Sus detractores exigen que se investigue a fondo el desvío de fondos públicos y se apliquen sanciones ejemplares para resarcir el daño causado a los morelenses. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser los pilares sobre los cuales se construya el futuro de Morelos, y dejar atrás la sombra de la corrupción y la incompetencia.
La gestión del Cuauh fue un fracaso rotundo, marcado por la corrupción, la incompetencia y el desprecio por el bienestar de la población.
La gestión del exfutbolista estuvo plagada de sospechas por desvíos millonarios de fondos públicos, incompetencia en la resolución de problemas sociales cruciales y, ahora despreciado por integrantes de su partido. Y con la posibilidad de trabajar en una estrategia para debilitarlo y exhibir al máximo las fallas de su gobierno.
Y es que de acuerdo con la información recabada por distintas organizaciones de transparencia en Morelos, el entramado de corrupción de Cuauhtémoc Blanco es más que la cifra oficial de 40 millones de pesos. En este momento, no se puede dar marcha atrás contra el exfutbolista de lo contrario sus denunciantes quedarán en entredicho.
Es la última jugada, de lo contrario Cuauhtémoc Blanco se puede convertir en el exgobernador que se burló de su partido, le colgaron fuero y deambula impune.