Convicciones

Reza y Dios te hará rico
Rubén Aguilar Valenzuela
Según nos cuenta Ángel Munárriz (El País, 03.07.25), la pastora estadounidense Paula White (59 años), en febrero de 2025 asumió el cargo de directora de la recién creada Oficina de la Fe de la Casa Blanca, desde tiempo atrás se ha desempeñado como asesora espiritual del presidente Donald Trump (2025-2029).
Ella forma parte de una corriente teológica que en Estados Unidos se conoce como el “Evangelio de la Prosperidad”, que sostiene la religiosidad va ligada al éxito económico. En el libro Money Matters (El dinero importa), en podcasts y programas de televisión sostiene que existe una relación directa entre el dinero y el sistema de valores personales.
White ha hecho fortuna, en la cantidad de sus fieles y en el monto de sus ingresos, como predicadora estrella de una corriente religiosa cuyos postulados, resultan incluso “escandalosos”, para los más fieles seguidores del presidente Trump. A pesar de esto ha asumido su cargo.
Para ella y un grupo de pastores como Creflo Dollar, que predica en Georgia; Joel Ossteen, en Texas, y Ken Copelanda, actor y televangelista, la “prosperidad económica del creyente” se deriva de la “voluntad de Dios”.
Copeland en su libro Las leyes de la prosperidad, sostiene que la relación Dios es una inversión y llega a decir que: “¡Ningún banco en el mundo ofrece este rendimiento!”. Para White y los pastores de esa corriente teológica, la abundancia de dinero es un criterio “para medir la fe”.
Munárriz, sostiene que “las implicaciones políticas de esta teología mercantilista son evidentes. Si la riqueza se asocia a una buena relación con Dios -relación que, por cierto, es posible engrasar adquiriendo la variopinta mercadería que venden los predicadores-, la pobreza queda reducida a un mero “signo de impiedad” de quien la sufre, como ha analizado el columnista del Financial Times Edward Luce (…)”.
Trump, ya como político, se ha esforzado en presentarse como presbiteriano, y aunque no se le identifica como un creyente piadoso, tiene un gran arraigo en el electorado cristiano conservador, que lo ve como encarnación de una virilidad autoritaria arraigada en el imaginario del Evangelio, según la historiadora Kristin Du Mez en su libro Jesús y John Wayne (2022).
El “Evangelio de la Prosperidad”, de acuerdo a Du Mez ha permeado en el cristianismo estadounidense y “la idea de que Dios bendice a los buenos cristianos con éxito material está bastante extendida. A menudo va de la mano de la oposición a cualquier tipo de “dádiva” gubernamental a los pobres, considerados indignos y culpables de su pobreza”, y añade que “este mensaje contradice las enseñanzas cristianas tradicionales sobre la bendición de Dios a los pobres y la idea de que es más difícil para un rico entrar en el reino de los cielos que para un camello pasar por el ojo de una aguja”.
Para el teólogo español Juan José Tamayo (1946), el “Evangelio de la Prosperidad”, en una de las expresiones más crudas de “la alianza entre el neoliberalismo económico, el ultra conservadurismo político y el fundamentalismo religioso” que “está arrebatando al cristianismo su mensaje original”. Tamayo acaba de publicar, Cristianismo radical (Trotta, 2025), en el que hace una contrapropuesta teológica al “cristoneofascismo”, en el que se inscribe la corriente teológica, que promueve White.
@RubenAguilar