Banner

El medio que cubre todo Coahuila

19 de diciembre de 2025
Opinión

Con-ciencia y sin corbata

Con-ciencia y sin corbata
  • diciembre 19, 2025

Productividad tóxica

Emiliano Calvert

Hubo una época  no tan lejana en la que decir “ando en friega” era sinónimo de éxito.

Hoy ya no.

Hoy suena más a auxilio.

Vivimos en la era donde estar ocupado es una identidad.

No un estado temporal, no una racha, no una mala semana.

Una identidad.

El problema no es trabajar mucho.

El problema es trabajar mal… y presumirlo.

Correos a las 11:47 pm.

WhatsApps “rápidos” que duran 18 mensajes.

Juntas que pudieron ser un mail.

Y mails que nunca debieron existir.

Todo con una narrativa heroica:

“Es que aquí le damos duro.”

“Así es este negocio.”

“Si no estás cansado, no estás comprometido.”

Mentira elegante.

Autoengaño corporativo.

La productividad tóxica no se mide en resultados, se mide en desgaste.

No genera valor, genera ruido.

No construye ventaja competitiva, construye burnout compartido.

Y lo peor: se contagia.

Un líder cansado normaliza equipos cansados.

Un director desordenado produce organizaciones reactivas.

Un jefe que vive en urgencia crea culturas que confunden velocidad con inteligencia.

Aquí va una verdad incómoda:

La mayoría no está sobrecargada de trabajo.

Está sobrecargada de improvisación.

Falta claridad.

Falta prioridad.

Falta decir “no” a tiempo.

Porque es más fácil decir “sí a todo” que hacerse responsable de elegir.

Elegir implica renunciar.

Y renunciar implica carácter.

En Detona lo hemos dicho varias veces: el profesional moderno no gana por el que más corre, sino por el que sabe hacia dónde va.

El verdadero lujo hoy no es el tiempo libre.

Es el tiempo bien usado.

Llegar a tu casa con energía.

Tomar decisiones con cabeza fría.

Dormir sin la ansiedad de pendientes mal cerrados.

Pensar estratégicamente en lugar de apagar fuegos.

Eso ya no es “balance”.

Es ventaja competitiva.

Las empresas que entienden esto no presumen jornadas largas, presumen procesos claros.

No celebran desvelos, celebran foco.

No confunden sacrificio con compromiso.

Y ojo: esto no es discurso de yoga corporativo ni de coach motivacional con micrófono inalámbrico.

Es lógica empresarial básica.

Un equipo cansado piensa peor.

Un líder saturado decide peor.

Una organización agotada ejecuta peor.

Así de simple.

Tal vez mañana, cuando alguien te diga:

—“¿Cómo andas?”

En lugar de responder:

—“A full, como siempre.”

Prueba algo más disruptivo:

—“Bien. Ocupado, pero con control.”

Eso sí impresiona.

Porque hoy, en un mundo que corre sin pensar,

la verdadera rebeldía es trabajar con criterio.

Y eso, aunque no se presuma en LinkedIn,

se nota en los resultados.