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9 de julio de 2025
Opinión

A la báscula

A la báscula
  • julio 9, 2025

Se muere de sed

Julián Parra Ibarra

Aunque no en los niveles que en muchas otras partes del país, en la Comarca Lagunera hemos tenido un par de semanas en que la lluvia se ha hecho presente, y al menos en un par de días las precipitaciones han sido intensas, provocando como es normal en una región que en que casi no llueve y nuestras ciudades no están preparadas para recibir tanta agua, molestias como los encharcamientos, caídas de árboles y en casos más extremos inundaciones de viviendas en algunos sectores, y caídas de bardas.

A cambio nos ha permitido disfrutar días sin los intensos calores que padecimos los días previos a que se presentara la primera de las lluvias, cuando el termómetro se mantenía en los 40 o más grados a la sombra.

En otros puntos del país, cuando se avecina la lluvia, los pronosticadores del tiempo de las televisoras le advierten a su audiencia: para el día de hoy hay amenaza de lluvia; en nuestra Comarca, la lluvia no es una amenaza, es una promesa. Aquí los pronosticadores dicen: para este día hay promesa de lluvia.

En esta región agreste siempre será bienvenida la lluvia, se agradece lo precipitado en la zona urbana porque revive nuestra vegetación y aunque poco, ayuda para combatir el abatimiento de nuestros mantos freáticos, y nos ha permitido algunas noches sin el uso de los aparatos de aire.

Pero más se agradecería si la lluvia cayera en la parte alta de la cuenca del Nazas, donde está nuestro sistema de presas; la llamada ‘Grande’, Lázaro Cárdenas o ‘El Palmito; y la ‘Chica’, la Francisco Zarco o ‘Las Tórtolas’, como guste usted decirles; para que se diera una recuperación importante en sus volúmenes de almacenamiento, que por los años de secas que hemos acumulado, este año no permitió la realización de un ciclo agrícola completo.

Si bien la Francisco Zarco está, hasta el reporte de la Conagua de este martes, al 50.25 por ciento de su capacidad de almacenamiento que es de 309.236 millones de metros cúbicos, es decir, acopia 155.381 millones de metros cúbicos; la Lázaro Cárdenas, que tiene una capacidad de 2, 957.610 millones de metros cúbicos, tiene hasta el momento apenas 17.70 por ciento de su capacidad de almacenaje, 523.599 millones de metros cúbicos.

La situación es preocupante, pero hay la esperanza de que lo que resta de la temporada de huracanes, la naturaleza nos regale precipitación abundante en la parte alta de la cuenca. Sí, en la zona metropolitana de La Laguna se agradece la lluvia que nos permite tener mejor clima y el renacimiento de nuestra vegetación, pero más se agradecería que esa agua cayera allá arriba de la sierra, para que nos ayude a recuperar los niveles de nuestras presas, sobre todo de la ‘Grande’. Porque hoy, se nos está muriendo de sed.

@JulianParraIba