Saltillo, Coahuila / 12 junio 2018
¿No pasa nada?
Por: Julián Parra Ibarra
Hace poco más de dos semanas, escribí una columna a la que titulé “México surrealista” por todo lo que pasa en nuestro país, sin que pase nada; y cuando pasa, tampoco pasa nada. Aquello vino a cuenta por el asesinato de tres periodistas solamente en el mes de mayo, pero subrayaba que en México se asesina a periodistas, a activistas sociales, a defensores de los derechos humanos, a policías, a candidatos, políticos o gobernantes, a estudiantes, a padres o madres de familia, a jóvenes a niños y hasta bebés ¿Y qué ha pasado? Nada.
Destacaba que uno de los problemas es que los asesinos, de donde provengan, de los grupos de la delincuencia organizada, de los gobiernos, de los poderes fácticos, apuestan a la desunión de los diferentes segmentos de la sociedad. Cuando asesinan a sacerdotes es la Iglesia la que levanta la voz y la mano, el resto solo les dirigimos miradas compasivas; cuando matan a un político, gobernante o candidato, son los partidos los que levantan con energía sus protestas, y el resto los observamos lastimeramente. Cuando asesinan a un periodista, somos solamente los del gremio los que levantamos la voz, y el resto nos miran con lástima.
Lo que ocurrió el viernes en nuestro estado es algo que debiera no sólo indignarnos a todos los coahuilenses, sino unirnos en torno a las autoridades estatales y municipales no solo para rechazar y repudiar, sino para actuar en contra de una violencia que parecía que ya se había marchado de la entidad, pero el viernes con un violento golpe nos dijo que si acaso se había ido, está queriendo volver a estar presente entre nosotros, o que quizá nunca se había marchado.
A su vez desde la sociedad civil debemos exigir a las autoridades que despartidicen un asunto que nos es muy sensible a todos los ciudadanos. Que no se utilice el tema de seguridad que tanto ha lastimado a nuestra gente, para lanzarlo como proyectil y ser disparado a sus adversarios políticos y de partido.
Este es un tema que nos ha venido lastimando durante mucho tiempo y por tanto nos preocupa. Lo que ocurrió en Coahuila, el viernes pasado, el atentado contra Carlos Centeno en Torreón y el asesinato de Fernando Purón en Piedras Negras es algo terriblemente grave. No podemos hacer como que no ha pasado nada, voltearnos para otro lado y seguir como si nada, porque sí ha pasado, y es muy grave, duele, preocupa, indigna.
Debemos unir no solo todas las voces, sino todos los esfuerzos para erradicar e impedir que la violencia se vuelva a enseñorear en nuestro Estado.
@JulianParraIba