Peritos terrestres de la FGE aseguran que nadie conoce el reglamento de tránsito aún y cuando es un documento público que se puede obtener por internet.
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O somos peatones, o somos conductores, siempre que estamos transitando en las calles de la ciudad se cometen errores en donde hay alguien que resulta herido, daños que pueden hacer perder el patrimonio familiar o la consecuencia fatal e irremediable de que alguien resulte muerto o con lesiones discapacitantes de por vida.
Con una educación vial en ceros, el 90% de quienes conducen un auto fueron instruidos por sus propios padres y amigos, replicando las mismas virtudes o defectos al manejar; la velocidad, principal factor para que ocurran accidentes tiene una multa mínima de 358 pesos, la multa por conducir en estado de ebriedad completa es 50 veces mayor.
Esto, aún cuando conducir a exceso de velocidad, está presente en la mayoría de los accidentes.
José Humberto Escalante Oyervides, ingeniero mecánico administrador del área de tránsito terrestre Servicios Periciales de la Fiscalía de Justicia del Estado, Juan Fidencio Martínez Obregón, agente del Ministerio Público de la Unidad de Tramitación Masiva de Casos de la Fiscalía de Justicia del Estado y Asuntos Viales de la Fiscalía de Justicia y Miguel Garza
Subdirector de Tránsito de Saltillo, exponen sus puntos de vista al respecto de este tema.
¿TENEMOS EDUCACIÓN VIAL?
Para José Humberto Escalante, perito de Tránsito Terrestre de la Fiscalía de Justicia, resulta obvio que no la hay. Nadie conoce el reglamento de tránsito, un documento que aunque está disponible a través del internet, no es obligatorio ni de tener, ni de llevar consigo y mucho menos, de conocerlo como parte de una capacitación para conducir.
Los ciudadanos sobre ruedas, ni siquiera conocen los tipos de señales de tránsito, y ni ellos mismos, ni quienes transitan a pie, saben cuáles son las áreas peatonales por las que deben transitar.
“Desgraciadamente no la hay, no hay educación vial, ni siquiera saben que existe un reglamento de tránsito”, observa el perito; quien agrega que si supieran de la real responsabilidad de conducir un vehículo, quizás ni manejarían.
Así, la educación vial está en manos de un examen para obtener la licencia de conducir en donde las preguntas de opción múltiple dan un incipiente conocimiento de las reglas de tránsito, además la Dirección de Seguridad Vial del municipio realiza capacitaciones a conductores y acude a escuelas promoviendo esta cultura vial sin que ello sea parte de un programa que alcance a toda la población.
¿QUÉ TIPOS DE ACCIDENTE OCURREN CON MAYOR FRECUENCIA?
Juan Fidencio Martínez, Ministerio Público de Asuntos Viales de la Fiscalía de Justicia apunta que lo que prevalece son los choques por alcance y después, los atropellamientos en donde no necesariamente, el conductor tiene la responsabilidad del incidente; sin embargo, además de las lesiones físicas que puede sufrir el atropellado al llevar la peor parte en tan desigual encontronazo, el conductor puede llegar a ser culpable de homicidio, perder sus bienes o fuertes cantidades de dinero y ser condenado a pagar daños permanentemente.
“Si hablamos de los peatones es que no utilizan los puentes o las áreas marcadas específicamente para quienes van caminando, y en los automovilistas, no llevar la debida atención, usar el celular, distracciones tener distracciones y al momento de frenar ya no logra hacerlo y termina atropellando”.
Miguel Garza, Subdirector de Tránsito del municipio de Saltillo, el primer motivo que estadísticamente ocasiona más accidentes, es la velocidad, en segundo lugar no hacer caso de los señalamientos, no ceder el paso y finalmente conducir en estado de ebriedad.
Sin embargo, las multas por exceso de velocidad son de 358 pesos; hubo administraciones donde mediante las fotomultas, se aplicaron decenas de sanciones por el mismo motivo sin que hubiese consecuencias más allá de las económicas.
El área vial del municipio, impulsa ya una propuesta para aumentarlas.
Juan Fidencio Martínez refiere que aún así, hay eventos en donde el responsable es el peatón y si bien es quien según la ley “lleva las de ganar”, en la realidad se lleva la peor parte de los daños y sus secuelas.
Y si bien, la ley indica que es responsabilidad del peatón la utilización de los puentes peatonales, José Humberto Escalante, perito de Tránsito Terrestre de la Fiscalía de Justicia, señala: “se maneja que son 100 metros la distancia entre un puente peatonal y el punto de
cruce, sin embargo el conductor es responsable de lo que ocurre en el frente de su vehículo, el conductor no puede atropellar sólo porque ahí hay un puente”.