AGSAL: Una evaluación a 19 años de su creación

Creada en 2001 como la alternativa para resolver la crisis del agua por la que atravesaba Saltillo, AGSAL, una empresa en la que se asociaron Aguas de Barcelona y el Sistema de Agua de Saltillo (SIMAS) se acerca al vencimiento de su contrato, en 2026. A 19 años, estas son las opiniones de sus impulsores, de sus detractores, de sus actuales protagonistas y de sus usuarios
REDACCIÓN
En agosto de 2001, en medio de un ambiente de enojo social por el ineficiente servicio de distribución de agua en Saltillo y el que parecía inminente agotamiento de los mantos acuíferos localizados en la Sierra de Zapalinamé, -de donde se abastece del vital líquido la capital de Coahuila-, el Cabildo de este municipio aprobó que el entonces Sistema Municipal de Agua (SIMAS), se asociara con la transnacional Aguas de Barcelona para crear una empresa paramunicipal que se hiciera cargo de la gestión, distribución y administración del agua, lo que dio paso a la creación de Aguas de Saltillo.
Con una oferta de 81.9 millones de pesos, AGBAR se hizo del 49 por ciento de las acciones del SIMAS y en manos del municipio quedaron el 51 por ciento restante.
El 1 de octubre de 2001 se constituyó formalmente Aguas de Saltillo y el convenio que se firmó para esta asociación fue de 25 años.
A casi 20 años de lo que representó el primer ejercicio de asociación público-privado para el manejo del agua en el país, hay evidentes resultados positivos, aunque también persisten los señalamientos en contra.
Grupo Región presenta un recuento de todas estas opiniones y un panorama de lo que podría suceder en casi cuatro años más, cuando llegue a su término el contrato y las autoridades municipales que gobiernen para entonces, tomen la decisión de renovarlo, sea con Aguas de Barcelona o con alguna otra empresa, o bien, de recuperar el control del sistema en su totalidad para hacerse cargo de sus funciones.
A 20 AÑOS, EL BALANCE FUE UNA DECISIÓN ADECUADA: OSCAR PIMENTEL
Para Oscar Pimentel González, hoy director del Instituto Municipal de Planeación en Saltillo, y alcalde de la ciudad en el tiempo de la semi privatización del sistema de agua, el balance es positivo.
“Fue una decisión que marcó un hito en la historia de la gestión del agua en México”, sostiene y recuerda que el tema del abastecimiento de agua era ya incluso un problema de gobernabilidad.
“Me tocó atender señoras que cerraban el periférico protestando por el desabasto de agua”, recuerda. “El crecimiento, el desarrollo de Saltillo desde el punto de vista económico y poblacional vivía una situación de incertidumbre, no había manera de promover nuevas inversiones porque no teníamos agua”, añade y más adelante resume: “Estoy orgulloso, fue una decisión adecuada”, al resaltar las evidentes mejoras que hubo en el abastecimiento de agua en la ciudad.
El ex alcalde recuerda además que para cristalizar este proyecto fue fundamental el papel del Gobierno del Estado: “Gracias al apoyo del gobernador Enrique Martínez y Martínez logramos encontrar esta fórmula y resolver el problema.
El escenario del sistema de agua en ese entonces era más que complicado, rememora el también ex diputado federal: había falta de recursos del gobierno municipal y del estado para invertir en reparar todas las fugas de la red; para renovar el equipo de trabajo del organismo, los vehículos eran chatarra, había una forma de trabajo desorganizada y el propio gobierno municipal debía subsidiar al organismo con más de 15 millones de pesos anuales.
Sin embargo, había otro problema, según recuerda Pimentel: “la gente no tenía el agua suficiente pero tampoco pagaba por el servicio”.
En los inicios de la operación de AGSAL, acota el ex alcalde, hubo personas que no estaban de acuerdo porque no pagaban el servicio del agua; muchas instituciones del Gobierno del Estado, del propio gobierno Municipal y del Federal, no pagaban el agua, ¿qué podíamos esperar del ciudadano?.
En esa medida, añade, el organismo no tenía recursos para invertir en resolver las fugas y tampoco para crecer. Por eso fue la mejor decisión, reitera.
Hoy, ratifica, AGSAL tiene los índices muy arriba en eficiencia financiera, física y comercial. “En términos de número de empleados por toma, el Instituto Mexicano para la Competitividad, (IMCO) publicó después de un análisis de los sistemas de agua en el país, que Saltillo era el más eficiente, al registrar el menor número de empleados por toma de agua”, presume.
Al tiempo, defiende el cobro eficiente del servicio: El agua tiene un costo, debes pagar por extraerla, pagar al personal que labora en las diferentes áreas del sistema, transportarla, distribuirla y bajo este esquema, el agua se convierte en un bien económico, dice.
“Yo sostengo que el discurso de quienes dicen que no hay que pagar el agua es un discurso retrógrada, porque este discurso afecta a las personas más pobres…si tú no cobras el agua, no tienes recursos para invertirle y llevarla a quienes más la necesitan, pero si cobras tarifas justas, le das viabilidad al sistema”, señala. “Si hay un buen servicio la gente paga y la mejor cultura de agua, es el bolsillo”, remata.
MEJORÓ LA DISTRIBUCIÓN DEL AGUA: RODOLFO GARZA
Irónicamente, en ese mismo concepto coincide uno de los más acérrimos críticos de la operación que permitió la asociación entre Aguas de Barcelona y el SIMAS: Rodolfo Garza Gutiérrez.
“Siendo claros y sinceros en todo lo que se refiere a Aguas de Saltillo, podemos considerar que la distribución del agua en la ciudad mejoró, de como estaba antes con SIMAS Saltillo”, afirma.
Este ambientalista, ex director estatal de Ecología en la administración del gobernador Rogelio Montemayor, encabeza la Asociación de Usuarios de Agua de Saltillo (AUAS), conformada para oponerse a la iniciativa a favor de semi privatizar el sistema de agua.
“Cuando Oscar Pimentel era alcalde y tenía el problema encima, de que no se distribuía bien el agua y de que no todos los saltillenses la recibían, lo agarró como un reto, inclusive desde su campaña dijo una frase que se quedó grabada: vamos a sacar al buey de la barranca, o sea vamos a resolver el problema de la distribución del agua, entonces traen a esta empresa, se hace el contrato y si se distribuye mejor el agua”, admite.
DESDE 2001 EL AGUA NO ES UN PROBLEMA EN SALTILLO: AGSAL
Por su parte, Jordi Bosch Bragado, actual gerente de la empresa Aguas de Saltillo plantea: “el agua, desde 2001, no ha sido un problema en Saltillo y esto ha favorecido el crecimiento de la ciudad”, asegura.
“Todos sabemos cómo estaba el servicio en el año 2001 y cómo está ahora y esto trae como consecuencia que haya más empresas que se instalan en Saltillo, más inversión, más fuente de trabajo y esto da una panorama a futuro de tranquilidad”, añade el directivo, quien además argumenta: las encuestas dicen que el sentir de la gente nos da una evaluación muy positiva de la empresa.
¿Y LOS USUARIOS? QUEJAS Y RECONOCIMIENTOS
Contra estas opiniones, un sondeo de Grupo Región entre ciudadanos, algunos de ellos incluso en las mismas oficinas de AGSAL, describen un panorama diferente al que plantea la propia empresa.
Falta de suministro del vital líquido, altos cobros, demora excesiva en la prestación de servicios técnicos y hasta ineficiente distribución de los recibos de pago, son algunas de las quejas que los usuarios señalan.
En descargo, otros usuarios destacan el aspecto social de la paramunicipal, como el hecho de dar un descuento permanente a través de una tarifa especial a los adultos mayores y las facilidades de pago que han otorgado a los ciudadanos ante la crisis económica generada por la pandemia del coronavirus, así como una tarifa que no supera los 100 pesos mensuales.
Si bien, actualmente la distribución del agua es uno de los servicios que mejor evalúan los saltillenses, junto con la recolección de basura, es importante señalar que AGSAL, junto con la CFE, ocupó durante el pasado reciente, los primeros sitios en quejas ante la PROFECO, a la par de la Comisión Federal de Electricidad.
A la fecha, la empresa tiene solo quejas interpuestas ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, una de 2015 y una de 2016. En 2018 la institución le emitió una Recomendación.
Un caso emblemático fue el del empresario Jorge Rosales Saade, quien se amparó contra el cobro del suministro agua y el cobro del servicio de drenaje. Tras un largo proceso judicial, perdió ante la paramunicipal.
OPACIDAD, ABUSOS EN EL COBRO Y PERMISIVIDAD HACIA LA EMPRESA, LAS CRÍTICAS A AGSAL
La Asociación de Usuarios de Agua de Saltillo (AUAS) se constituyó prácticamente como una fuerza opositora al proyecto de semi privatizar el servicio. De ella forman parte los doctores Rodolfo Garza y Gloria Tobone, quienes han cuestionado desde la constitución de la empresa, el cobro del servicio, la transparencia, la constitución del Consejo de Administración de AGSAL, así como lo que ellos consideran una actitud permisiva de parte de las autoridades municipales hacia la empresa.
En el caso de Rodolfo Garza, si bien reconoce la mejora en el abastecimiento y distribución del agua, recuerda que como asociación, AUAS le ha dado seguimiento a la empresa y sostiene: por un lado se distribuye más el agua, pero por otro, AGSAL ha sido opaca, ha manipulado cifras, presenta cifras contradictorias y reclama que la empresa recurrentemente se ha negado a recibirlos.
“Nosotros también culpamos al Consejo de Administración, hemos denunciado malos manejos, violaciones a la constitución, abusos, violaciones al reglamento del municipio, al contrato de asociación, y los consejeros nunca nos han hecho caso”, asegura el ex funcionario estatal.
Rememora que ante estas situaciones de mala administración, han presentado sendas quejas ante tres tribunales internacionales: “En Viena, en Barcelona y en Perú y en las tres ocasiones nos dieron la razón en el sentido de que la empresa Aguas de Barcelona violentaba la normatividad en México y en Saltillo.
¿Y qué hicieron los alcaldes con esas resoluciones?, se pregunta, al tiempo de contestarse: Nada, seguramente fueron a dar al triturador de papel.
Garza Gutiérrez explica esta inacción a partir también de que estas resoluciones no son vinculatorias y añade: “como aquí no hay ética ni moral, tenemos suficientes elementos para suponer que los alcaldes de alguna manera han estado vinculados con los gerentes para aceptarles todas esas irregularidades”, acusa.
Describe su caso particular, con la actual administración municipal de la que fue regidor en el primer año: “yo pedí a la empresa que me informara cómo se invierte o gasta el dinero que el municipio le destina por concepto de asistencia técnica y no me dieron los resultados; apoyado en la propia área jurídica del municipio, la solicité además a través de Transparencia y no me la quisieron dar, a ese grado de opacidad llegan, en no querer revelar en qué gastan millón y medio de pesos mensuales por ese concepto”, denuncia.
Sobre la relación de las administraciones municipales con la empresa, Garza Gutiérrez señala: En el caso de Isidro, (López Villarreal), firmó siendo candidato a alcalde 20 puntos, 20 compromisos, que si quedaba como alcalde se comprometía a cumplirlos, él los firmó ante Notario Público, cinco de ellos eran relacionados con AGSAL y uno de ellos era cambiar el Consejo de Administración y no cumplió ninguno, es más, no cumplió ninguno de los 20.
“Se hizo pato para no decirle que se hizo guey y demostró que tenía intereses personales con el gerente de Aguas de Saltillo”, sentencia.
“Entonces, a lo largo de 19 años ¿cual es el balance?: que la empresa ha estado vinculada con los alcaldes, que viola las normas, las leyes, los convenios y los contratos, viola por ejemplo, el Artículo Cuarto Constitucional, que es el Derecho Humano al agua; hacen hasta 100 mil cortes de agua al año, eso es violatorio a la Constitución”, explica.
Por su parte, la doctora Gloria Tobón, integrante también de AUAS de Saltillo critica la falta de transparencia que ha tenido la empresa desde la constitución del sistema, desde el principio, afirma, estuvo viciado el proceso.
“Ahorita, por ejemplo, el socio privado ya no es AGBAR, ni INTER AGBAR, sino es Suez Operaciones México, es parte de Suez Latinoamérica y desde el principio esta asociación de AGBAR con SIMAS fue mediante un contrato leonino, favorable a la empresa, no al municipio”, asegura.
Al respecto, pone un ejemplo: una de las cláusulas es que si se disuelve la asociación, el municipio tendría que ir a tribunales internacionales que por lo general dictaminan a favor de las empresas privadas.
Por otro lado, argumenta, en el contrato de asociación quedaron establecidas varias cláusulas, una de ellas que el municipio, que vendió el 49 por ciento de las acciones del sistema de agua, tenía la posibilidad de recuperar cada 5 años, un 9.8 por ciento de las acciones y después de 19 años solo se han recuperado 4 por ciento de las acciones.
“El año pasado hicimos un cálculo y demostramos que si el municipio dedica las ganancias que obtiene año con año de la operación del sistema, podría recuperar el resto de las acciones en el tiempo que nos queda, el problema es que a la empresa privada no le conviene que eso suceda y esta ha sido una empresa muy productiva a costa de los bolsillos de los saltillenses”, plantea.
Además, afirma, sí hemos visto muchas arbitrariedades de parte de la empresa, por ejemplo información contradictoria y presumiblemente falsa en sus reportes, aumento de tarifas, en el contrato quedó establecido que los aumentos iban a ser de acuerdo a la inflación y ha habido varios por encima de la inflación; los primero aumentos inclusive se hicieron sin tener en cuenta al Cabildo y es una violación grave y no hubo ningún castigo para la empresa.
Lo que nosotros vemos es que a los alcaldes les conviene que la empresa maneje el agua, porque si aumenta la tarifa, si la gente no puede pagar, si hay fugas, si hay muchos cortes de agua, ah pues es la empresa. En cambio, están sentados año con año esperando recibir sus ganancias, entonces para ellos (los alcaldes) lo menos que se toque el tema, mejor.
TARIFAS BAJAS, SENTIDO SOCIAL Y TRANSPARENCIA, DICE AGSAL A LOS CUESTIONAMIENTOS
A las críticas y señalamientos, Bosch Bragado responde: tenemos un sistema de subsidio cruzado: el que tiene más, paga más cara el agua. Toda la zona residencial paga el agua mucho más cara que las zonas populares y detalla: en la tarifa doméstica, hay 3 tipos de ellas y dos son para apoyar a familias de bajos ingresos. Estas dos tarifas son las más bajas del estado y de las más baratas del país. “El costo por cada litro es mayor para quien tiene más”, reitera.
La tarifa popular de forma general está en alrededor de 100 pesos al mes. “Es decir que el 75 por ciento de la ciudad está pagando 100 pesos por el servicio”.
Destaca además la cultura del buen pago que hay en la ciudad. “La verdad es que la gente de Saltillo es pagadora, no tenemos morosidad y tenemos además muchos aspectos sociales, destinamos cerca de 5 millones medio de pesos al año a instituciones como El Ropero del Pobre, la Asociación de Niños con Leucemia, el CRIT, Profauna, el Museo del Desierto y los Bomberos, entre otras”.
Explica que la gente, a través de su recibo de agua decide a cuál ONG apoyar y nos da la oportunidad de recaudar el dinero a través de las diferentes agencias comerciales.
DEBATAMOS, DICE BOSCH A SUS CRÍTICOS
Respecto al resto de señalamientos, como los que tienen que ver con el manejo de los recursos financieros, así como los sueldos que devengan los directivos de la paramunicipal, el gerente de AGSAL puntualiza: los sueldos están en función de la responsabilidad que hay de proveer de forma eficiente de agua a una ciudad como Saltillo.
La responsabilidad es muy alta, argumenta y señala que toda la información financiera y relacionada con sueldos está en la página web. “Todo es transparente”, sostiene.
Sobre lo anterior, señala además: “Nosotros estamos auditados por el municipio, por la Auditoría Superior del Estado, por un área interna, y todo está publicado en la página web.
El número de observaciones de parte de la SEA son mínimas y las que se dan, son de forma pero no de fondo, agrega.
Y respecto a quienes cuestionan a la empresa, lanza el reto: “Yo les diría que me encantaría, un debate con estas personas que podrían estar en los dedos de una mano, hacer un debate, a veces hay este tipo de críticas por falta de comunicación, se generan malos entendidos, que no existen, entonces con mucho gusto aceptaría un debate con ellos”, asegura.
AL VENCER EN CONTRATO, ¿QUÉ SIGUE?
Firmado en 2001, con una vigencia de 25 años, el contrato entre la transnacional hoy Suez y el ayuntamiento de Saltillo vence en 2026.
A casi cinco años de que esto ocurra, este es el panorama que plantean los entrevistados:
QUE NO SE RENUEVE EL CONTRATO: AUAS
Sin rodeos, la doctora Gloria Tobón plantea: Lo que tememos es que se renueve el contrato, señala y pone un ejemplo: “ya ocurrió en México, con el sistema de CanCún-Isla Mujeres, ellos tenían contrato a 30 años a partir de 1993 y en 2014, cuando les faltaban 9 años para concluir el primer contrato, en una reunión a puerta cerrada del Cabildo, se tomó la decisión de extender el contrato otros 30 años y luego se supo que el gobierno de Borge, gobernador de Quintana Roo, había recibido 1,050 millones de pesos a cambio de extender el contrato, asegura. “Esos son los contratos que las empresas quieren extender y no devolver el sistema al municipio”.
¿Aquí lo ideal es concluir el contrato?, se le pregunta: “Eso es lo que nosotros pensamos, eso habría que ponerlo a votación de los saltillenses, pero sí hemos visto muchas arbitrariedades de la empresa”, añade.
SI ALGO FUNCIONA, ¿PARA QUE CAMBIARLO?: JORDI BOSCH
A esta pregunta a futuro, Jordi Bosch Bragado responde: “El que va a tener la palabra es la autoridad, es el municipio, él es el que va a decidir si sigue o no esa asociación y destaca que a la fecha ha funcionado bien y hay una aceptación muy alta, entonces si algo funciona, porqué cambiarlo?.
EL ESQUEMA DEBE PREVALECER: PIMENTEL
En tanto, Oscar Pimentel establece: creo que es un esquema que debe prevalecer. “No estoy diciendo que necesariamente deba seguir la misma empresa privada, pero el esquema está más que probado en su eficiencia”, asegura y plantea: siempre y cuando sea mayoritariamente municipal y que el propósito fundamental sea atender un compromiso de carácter social, pero en el entendido de que todos debemos pagar el agua.
NO HAY PREVISIONES A FUTURO: AUAS; YA SE GESTIONAN CAUDALES ADICIONALES: PIMENTEL
Respecto al futuro del agua en Saltillo, Rodolfo Garza advierte: “El agua se está acabando en Saltillo y AGSAL no hace nada para prever qué va a pasar dentro de 50 años”.
¿Qué tal si dentro de 6 años, (AGSAL) agarran sus papeles y se van? y nos van a dejar empinados, aventura Garza Gutiérrez y acusa: los alcaldes no han querido entender que hay que ver el problema del agua a 50 años.
Además, asegura que los acuíferos del valle están sobreexplotados, ¿qué va a suceder dentro de algunos años? No hay agua disponible a 50 kilómetros. “Algún día vamos a amanecer sin agua”.
Al respecto, Oscar Pimentel ataja: el alcalde Manolo Jiménez ha estado haciendo las gestiones, por ejemplo ante Conagua para que a futuro podamos contar con caudales adicionales.
Para dentro de 30 años, avizora el director del IMPLAN, vamos ser casi 2 millones de habitantes por lo que desde hoy debemos comenzar a prepararnos, hay que verlo como una visión de futuro, señala.
RAMOS ARIZPE, LA PIEDRA EN EL ZAPATO
En 2014 fracasó un nuevo intento de asociar a Aguas de Barcelona con un sistema municipal de agua, el de Ramos Arizpe.
Los trabajos para semi privatizar el sistema iniciaron en 2012, once años después de la conformación de AGSAL, cuando gobernaba Ramón Oceguera Rodríguez, quien señalaba que el municipio estaba en crisis de gestión del agua.
Dos años más tarde, siendo alcalde Ricardo Aguirre, terminó el contrato.
Los argumentos fueron, entre otros, los innumerables abusos de parte de la nueva empresa hacia los ciudadanos con altas tarifas, cobro de adeudos inexistentes y una política de mano dura a los morosos.
Al respecto, Bosch Bragado argumenta: siendo las mismas condiciones que con Saltillo, las mismas tarifas, creo que se trató de un problema de comunicación. “No se comunicó bien el proyecto”.
DATOS Y FECHAS IMPORTANTES
- Aguas de Saltillo, AGSAL, se constituyó el primero de octubre de 2001 en un contrato a 25 años que concluirá el 1 de octubre de 2026.
- De acuerdo a la Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo (AUAS), en Saltillo se pierde el 40 por ciento en fugas equivalente a alrededor de 700 a 800 litros por segundo, más otros mil en la planta tratadora.
- AGSAL 100 mil cortes del servicio al año y actualmente, 15 mil familias no tienen el servicio por deudas impagables.
- El municipio paga a AGSAL 1.5 millones de pesos mensuales por asistencia técnica mensual, es decir, 18 millones de pesos al año, sin embargo, pese a las solicitudes no han accedido a informar que acciones de asistencia han emprendido.
- Se han presentado ante tres tribunales internacionales las irregularidades de AGSAL: Tribunal Permanente de Los Pueblos, en Viena en 2005; Tribunal Permanente de Los Pueblos, en Madrid en 2010 y Tribunal Permanente de Los Pueblos, en Lima Perú en 2012, coincidiendo todos en la violación a los derechos de los saltillenses.
- Actualmente, el municipio tiene 55 por ciento de las acciones de AGSAL, mientras que Suez, -antes AGBAR- tiene 45 %.
- Mediante auditoría de la entonces Contaduría Mayor de Hacienda hoy ASE, en 2004 se acreditó que solo el gerente recibía un ingreso mensual de 400 mil pesos al mes por pago de salario, renta, pago de colegios de sus hijos, gastos de repatriación, viáticos viajes, bonos y despensa entre otros. A partir de ello, no se han transparentado los sueldos de los españoles.
- En 2001 había 150 mil usuarios y se extraían 51.1 millones de metros cúbicos de ese acuífero y hoy son 260 mil, por lo que desconfían que sigan extrayendo la misma cantidad de agua, como lo reporta la empresa, pero aclaran que los reporte de la empresa española en su página de internet presentan otros datos.