Víctor Barrón
En agradecimiento a San Judas Tadeo, santo a quien le encomendó su proyecto por Coahuila hace dos años, Manolo Jiménez Salinas regresó como gobernador a pagar una “manda” en la colonia Nueva Laguna Norte, donde en compañía de habitantes del sector, degustó la tradicional reliquia lagunera que se reparte a los asistentes como símbolo de ofrenda por el favor recibido.
Dijo Manolo que fue en su etapa como secretario de Desarrollo Social, cuando visitó el sector y se comprometió a volver, una vez logrado el triunfo en la elección por la gubernatura.
“Nos encomendamos en torno a un proyecto para bien de Coahuila, en aquel entonces hablamos con las compañeras, hicimos la manda en torno a que nuestro estado siguiera siendo un estado seguro, un estado con desarrollo, donde nuestras familias vivieran con paz, con tranquilidad y que nos diera la oportunidad de abonar a eso”, comentó.
“Y bueno, tuvimos la elección el año pasado, donde gracias a Dios nos fue muy bien y ahora como gobernador en funciones, mi primer año vamos ahí a reportarnos”, expresó Jiménez Salinas.
En compañía de habitantes del sector popular de la Nueva Laguna Norte, el alcalde Román Alberto Cepeda González y funcionarios estatales y municipales, Manolo Jiménez compartió la tradicional reliquia, platillo de significado religioso, cuyos elementos esenciales son el asado rojo de puerco y las siete sopas, que representan los Siete Dones del Espíritu Santo.
Esta delicia de la gastronomía lagunera se reparte como muestra de fe, devoción y agradecimiento a San Judas Tadeo, a la Virgen de Guadalupe o a Cristo Rey, todo en un ambiente festivo que es acompañado por la danza de matlachines y donde es habitual observar largas filas de personas que acuden con sus viandas a llevar una porción de reliquia, esto luego de rezar el Santo Rosario.