RUSIA
REDACCIÓN
El líder opositor ruso, Alexéi Navalny, fue detenido ayer en el aeropuerto de Moscú, cuando volvía a su país desde Alemania, donde fue tratado después de ser envenenado en agosto de 2020 con el agente químico Novichok.
A pesar de que la detención fue duramente criticada por líderes mundiales, Navalny recibió 30 días de prisión preventiva, situación que generó rechazo por parte de sus seguidores.
“Lo que estos bandidos (en el poder) temen más, ustedes ya lo saben, es que la gente salga a las calles (…) entonces no tengan miedo, salgan a la calle, no por mí sino por ustedes, por su futuro”, dijo el opositor ruso en un video grabado en la sala de audiencia y divulgado en redes sociales.
Alexéi Navalny acusa a Putin de ordenar primero su asesinato, y después de “fabricar” casos penales para restringir sus actividades políticas. Los abogados del opositor ya han declarado que recurrirán el fallo, que calificaron de “absolutamente ilegal”.