Trizas y trazos
La carrera por AHMSA
Por Antonio Zamora
Se informa que son ocho las empresas interesadas en comprar Altos Hornos de México; empero, para entrar a la “puja”, cada una de ellas debe aportar el diez por ciento de la valuación de la acerera.
Y si AHMSA tiene un valor de mil trescientos y tantos millones de dólares, los presuntos compradores tendrán que soltar 130 millones de dólares para poder participar en la compraventa.
La intención de la autoridad es que esas empresas no participen solamente “para ver qué pasa”. Quien aporte la citada cantidad significaría que tiene —o tienen— el dinero suficiente para adjudicarse la planta acerera.
Se ha dicho hasta el cansancio que las deudas con entidades públicas como el SAT, IMSS o CFE suelen tener un lugar prioritario, pero no el primero.
La Ley de Concursos Mercantiles de México establece una jerarquía para el pago a los acreedores cuando los bienes del deudor son insuficientes para cubrir todas las deudas (insolvencia).
El orden general es el siguiente:
1. Créditos contra la Masa.
Son los primeros en cobrarse e incluyen los gastos generados por la administración del proceso de concurso: honorarios del síndico, gastos judiciales y ciertos créditos laborales surgidos durante el procedimiento.
2. Créditos Privilegiados (Laborales y Fiscales).
Los laborales se refieren a salarios y prestaciones de los trabajadores (como las indemnizaciones de tres meses y la prima de antigüedad de doce días).
Estos tienen preferencia especial y casi absoluta, incluso por encima de los créditos fiscales, aunque con ciertas limitaciones.
Créditos Fiscales: Las deudas con el fisco (SAT, IMSS, Infonavit, CFE) tienen preferencia sobre los acreedores comunes, pero después de los créditos laborales y contra la masa.
3. Créditos con Garantía Real.
Acreedores con hipotecas o prendas sobre bienes específicos de la empresa.
4. Créditos Comunes u Ordinarios.
Proveedores y otros acreedores sin privilegio especial.
5. Créditos Subordinados.
Socios o accionistas que cobran al final, si queda algo de dinero.
En resumen, las paraestatales tienen una posición de cobro favorable en comparación con los acreedores ordinarios. Empero, el pago en efectivo dependerá de si existen suficientes activos en la masa de la quiebra una vez cubiertos los créditos de mayor prioridad.
Cabe señalar que Manolo Jiménez Salinas es pieza fundamental. Platicó en varias ocasiones con la presidenta Claudia Sheinbaum, quien prometió en su toma de protesta que uno de sus compromisos era llegar a un acuerdo en el asunto AHMSA.
Nos leemos el lunes.
