Maromas

HUGO DÍAZ AGUILERA
Una maroma en el ámbito político hoy se le denomina cuando los seguidores de Andrés Manuel quieren defender las políticas públicas de su gobierno en la que éste se equivoca, de las críticas de quienes ellos llaman derechairos, un sector de la población creado por el presidente de México
Dicho ejercicio está muy de moda toda vez que hemos visto que en materia económica, de seguridad, de salud, etcétera, el gobierno lopezobradorista ha dejado varias asignaturas pendientes. De acuerdo con los datos del INE quienes llevaron a la presidencia a Andrés Manuel fueron en buena medida personas cuyo grado académico está por debajo de la media nacional (primero de preparatoria) ¿Qué lleva a las personas de mayor grado académico a “maromear” ante los yerros del presidente López Obrador?
El maestro Francisco Humberto Martínez es un claro ejemplo de cuán difícil resulta en ocasiones defender el trabajo del presidente de México. En una reciente publicación en su página de Facebook, el maestro presumió su nueva encomienda en Morena, coordinador de los círculos de estudio en la región carbonífera en los que según él sigue llevando “bienestar” a los habitantes de esta región de Coahuila.
Un cibernauta identificado como José Ramos le preguntó que qué clase de bienestar estaba llevando, a lo que el morenista contestó que era orientación para los programas establecidos por el gobierno federal, pues la información era poder.
Ni tardo ni perezoso Ramos le reviró que él había sido servidor de la nación y que se dio cuenta que ahí solo querían gente sumisa y que además atendían muy mal a los beneficiarios de los programas. Martínez le dijo que en Morena estaban trabajando para eliminar la burocracia y hacer más efectivo el trabajo del gobierno federal.
Ante ello José Ramos le reviró que tenía amargas experiencias en ello y que por eso le hacía ver que lo del bienestar era pura mentira; entonces el maestro que da su cátedra en el CEUC, un centro universitario en la región carbonífera, le sugirió que si quería que su queja fuera escuchada la mandara un escrito en donde viniera su nombre completo con identificación oficial, nombre del funcionario o funcionaria que lo trató mal, una narrativa de los hechos, fecha de los hechos, entre otras cosas para el recibirlo y remitirlo a la Ciudad de México para buscar una respuesta.
Ramos le dijo finalmente que tal vez así como todo lo que le han dicho a AMLO esa queja quedaría en la nada. A lo que el coordinador de los círculos de estudios en la carbonífera (aludiendo a AMLO) “calló como momia”.
El apasionamiento en el ser humano nunca ha sido bueno, ni en el amor, ni en la guerra, mucho menos en la política partidista, al gobierno federal le faltan tres años para seguir buscando el tan ansiado bienestar del pueblo mexicano, pero con políticas públicas como las que hemos visto, difícilmente se podrá encontrar.