Cientos de negocios han abierto y cerrado sus puertas en el centro de Torreón durante los últimos ciento veinte años. Algunos han logrado tolerar el paso del tiempo, las crisis económicas, el crecimiento urbano desordenado y las modas siempre cambiantes. Tal es el caso de las cantinas históricas de Torreón que, aún hoy en día, resisten como refugio al inclemente calor lagunero y las preocupaciones de la vida cotidiana.
En esta exhibición que presenta el Museo Arocena se pone en valor los establecimientos de mayor importancia y tradición de nuestra ciudad y que fueron fundados entre 1890 y 1958. Algunos permanecen en activo o lamentablemente han cerrado de manera reciente; pero en su conjunto y diversidad, conforman un ecosistema de prácticas culturales que otorgan identidad al colectivo de nuestra comunidad; de ahí que los reconozcamos como referente de la tradición y la historia acontecida, por supuesto, a ambos lados de la barra del bar.
Agradecemos a todas las personas involucradas en la realización de la muestra, su generosa contribución ha sido indispensable para visualizar el patrimonio cultural cantinero, así como relevancia contemporánea en la región.
Cabe destacar que al igual que otros espacios en las ciudades como plazas, iglesias, comercios y tiendas, las cantinas cumplen una función para sus habitantes: hacer una pausa, reunirse con amigos, hacer negocios, conversar al son de unas copas, “botanear”, festejar, o incluso, ahogar las penas.
En Torreón, las primeras cantinas surgieron en torno a la estación de ferrocarril junto con los primeros hoteles, comercios, y mercados. Si para 1892 la población tenía unos 2 mil habitantes, para 1910 la ciudad rondaba los 40 mil, un crecimiento inusual con el que se multiplicaron también las cantinas, que para ese año llegaron a contar con alrededor de 100 establecimientos.
Con el ímpetu de estas primeras inauguraciones, muchas otras cantinas abrieron también en las décadas siguientes, y aunque la gran mayoría de estos lugares han desaparecido al día de hoy, algunos han sobrevivido el paso del tiempo y continúan en operación.
A través del ensayo fotográfico de Jesús Flores Valenciano, la investigación de Carlos Castañón Cuadros y una selección de objetos representativos de cada establecimiento, el museo presenta una breve reflexión de los sitios que continúan ofreciendo sus servicios al público y también de aquéllos que han cerrado sus puertas en tiempos muy recientes.
La transformación en las últimas décadas de las ideas en torno al consumo del alcohol y los espacios históricamente masculinos convierten a las cantinas en estampas de una larga tradición que tiende a desaparecer en el siglo XXI.
CANTINAS HISTÓRICAS DE TORREÓN
-SALÓN FRANCIA
-LAS PLAYAS
-SALÓN PARÍS
-LAS NAVES DE COLÓN
-LA RIVERA
-BAR REFORMA
-SALÓN VERSALLES
-LAS DOS NACIONES
-BODEGAS DEL NORTE
-LA NUEVA ALIANZA
-LA FAMA
-LA ÓPERA
-LA TERMINAL
-CASINO TORREÓN
-GOTA DE UVA
-LA SEVILLANA
-EL NOPAL
-SALÓN CIRIACO
OPB