Por pago de asistencia sanitaria, 100 millones de personas en pobreza
México, 22 Ene (Notimex).- Alrededor de 100 millones de personas en el mundo han caído en la pobreza extrema debido al pago de asistencia sanitaria, denunció el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA). También que más 930 millones –12 por ciento de la población mundial– se ven forzadas a dedicar al menos 10 por ciento del presupuesto familiar en atención médica.
Aunado a ello, abundó, en muchos países se niega la atención sanitaria a quienes no pueden solventar las “inaccesibles cuotas” de los servicios de salud o en otros casos se les brinda atención de mala calidad.
Ante la gravedad de la situación, ONUSIDA llamó a todos los gobiernos a garantizar el derecho a la salud para todos y, en tanto, a priorizar las inversiones públicas en materia de sanidad.
“Las personas que intentan salir de la pobreza se ven abrumadas por los costos inaceptablemente altos de la atención de la salud”, afirmó la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, quien cuestionó que mientras “el uno por ciento más rico se beneficia de la ciencia de vanguardia, los pobres luchan por conseguir incluso atención sanitaria básica”.
La diplomática expuso que la mitad de la población mundial no puede acceder a los servicios esenciales sanitarios y que las personas más rezagadas son mujeres, adolescentes, homosexuales y transexuales, quienes tienen VIH o se inyectan drogas, migrantes, refugiados y pobres.
Señaló, asimismo, que “cuando se recorta el gasto en salud o es insuficiente, son los pobres y los marginados, especialmente las mujeres y las niñas, quienes primero pierden su derecho a la salud y tienen que soportar la carga de cuidar de sus familias”.
Winnie Byanyima destacó que las inversiones en salud en muchos países siguen siendo muy bajas en comparación con su producto interno bruto y tachó de inaceptable que los países en desarrollo pierdan millones de dólares por la evasión de impuestos de empresas y la desviación de ganancias de las grandes compañías.
“Si este dinero perdido se invirtiera en salud, el gasto podría triplicarse en los países de bajos ingresos y duplicarse en los países de ingresos medios-bajos”, dijo.
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