REDACCIÓN
La NASA lanzó en julio de 2020 el rover ‘Perseverance’, del tamaño de un automóvil y una tonelada de peso, con la misión de buscar rastros de vida pasada que pudo haber prosperado en el ecosistema del planeta rojo, hace miles de millones de años.
Su destino principal es una cuenca donde científicos creen que existió un antiguo río, que desembocaba en un lago y depositaba sedimentos en forma de abanico, conocido como Delta.
El equipamiento de Perseverance se basa en lecciones de misiones anteriores, y emplea nuevas tecnologías que han permitido un aterrizaje con mayor precisión, evitando peligros de forma autónoma.
Está dotado de siete instrumentos, 23 cámaras y 2 micrófonos. Además, en su “vientre” lleva adherido el helicóptero ‘Ingenuity’ que explorará volando los alrededores.
Este 18 de febrero a las 20.55 UTC, el rover aterrizó en el cráter Jezero de Marte, convirtiéndose en el quinto vehículo de exploración que la agencia espacial estadounidense que aterriza en este planeta. La primera señal del aterrizaje se recibió en la estación de Robledo de Chavela, cerca de Madrid, que forma parte de la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA.
Perseverance ha viajado 470,8 millones de kilómetros, aunque Marte se encuentra ahora a unos 209 millones de kilómetros de la Tierra; en ese punto, una transmisión desde la Tierra tarda unos 11,5 minutos en llegar a la nave espacial o viceversa.