El perrito de la pradera, que tiene su hábitat en Coahuila, está en peligro de desaparecer, pues las zonas áridas de la entidad donde construyen sus refugios son invadidas por la mancha urbana o industrial y por campos agrícolas, advirtió ayer el médico veterinario José Antonio Valencia Reyes, encargado de las especies del Museo del Desierto (Mude).
Luego del raro pero exitoso nacimiento de una camada de estos ejemplares en el Museo del Desierto, que desde hace casi 20 años mantiene en un espacio artificial para los también perritos llaneros, el especialista comentó que a estos roedores se les puede hallar en forma libre en zonas de la periferia de Saltillo y en algunas partes desérticas de La Laguna, pero su radio de supervivencia fue acortado por los asentamientos humanos y el crecimiento de las ciudades.
Destacó que ellos lanzan diversos sonidos que son su lenguaje de alerta, o para llamar a sus crías o compañeros y para juguetear.
Subrayó que los perritos de la pradera se encuentran en peligro de extinción, según la Norma Oficial Mexicana, por lo que el Museo del Desierto alberga y busca preservar ejemplares de esta especie.
Mencionó que ante el éxito de la reproducción que logró el museo con la llegada de una camada nueva de 10 ejemplares se han enviado especies para reproducirlos a otros continentes como África y Europa, además de varios países de América.
“Actualmente el Mude cuenta con cerca de 60 perritos llaneros, llamados así por su singular forma de emitir sonidos emulando el ladrido de un perro pequeño”
José Antonio Valencia Reyes
Médico veterinario
OPB