Museo de la Katrina, siete años de historias de terror

Fue el 2 de noviembre de 2009, cuando el Museo de la Katrina abrió sus puertas, desde entonces, más de 350 mil son los visitantes que han conocido el lugar, informó Erick Morales, propietario del museo, que junto con su esposa Cinthya Fuentes mantienen este lugar para gusto de los mexicanos.

En este lugar se pueden apreciar verdaderas obras de arte que se encuentran expuestas, que han sido creadas por Cinthya Fuentes, con materiales tan clásicos como son el papel, alambre y engrudo que dan forma y color.

Erick Morales, describe este museo como un lugar con una calidez de hogar tradicional mexicano; colorido y alegre, aromatizado por los olores de la cocina que incita a tomar una buena taza de chocolate acompañado por un pan de muerto.

Las catrinas, se posan en cada esquina, cada una con su personalidad y con un tono de ironía, llenas de vida.

Tal pareciera que en cualquier momento comenzarán a moverse y guiarnos por el que ahora se ha convertido en su hogar y tal vez por alguno que otro camino para llevarnos junto a ellas a su inframundo.

“A pesar de ser un museo de la muerte, como mucha gente lo considera, es un museo vivo. Nosotros, mes tras mes cambiamos salas, hacemos arreglos, adecuaciones, metemos desde muebles antiguos y antigüedades”, describe su director.

Destaca que el recinto, cuenta con una biblioteca y videoteca, donde tiene información especializada sobre la tradición del Día de Muertos, un pasillo de exposiciones temporales, tienda de recuerdos, con dulces típicos de la región y artesanías echas por la misma Cinthya Fuentes, también hay un área donde todo el año se exponen altares de muertos, de acuerdo a las efemérides de cada mes.

“Atravesar la puerta del Museo de la Katrina es encontrarse de frente con la muerte, cráneos, esqueletos y tumbas que se convierten en un atractivo: cada esquina está repleta de vistosidad, de colores y de Catrinas” explica Erick Morales.