La reforestación urbana, además de ser estética cumple con la función de crear microclimas benéficos que mejoran el ambiente en las ciudades, las temperaturas y el ánimo de las personas, destacó la secretaria de Medio Ambiente, Eglantina Canales Gutiérrez.
Dijo que aunque no se cuenta con un estándar o norma, existe una recomendación de la Organización Mundial de la Salud que establece que debe haber por lo menos nueve metros cuadrados de área verde por habitante en las ciudades.
Señaló que como no es una obligación, se debe engrandecer voluntariamente cada espacio que se tenga disponible para convertirlo en área verde, implementar la agricultura urbana de sembrar las hortalizas que se utilizan, como una forma de imponer este medio verde en el hábitat.
Destacó que propiciar áreas verdes puede ser un amortiguamiento para el cambio climático, ya que aquéllas reducen los gases de invernadero y los contaminantes.
Por último advirtió que se debe pensar siempre qué tipo de infraestructura tenemos y qué árboles o plantas son recomendables para que luego no sean un estorbo o que al crecer dañen cimientos.
OPB