Una drástica reducción de las poblaciones de abejas en todo el mundo ha llevado a los científicos a indagar lo que sucede con estos insectos, fundamentales para la polinización de muchas de las especies de plantas con flores, proceso del cual depende el 75 por ciento de las frutas y verduras que consumimos.
Para completar la información genética de estos animales, la Iniciativa Global para la Salud de las Abejas Melíferas ha puesto en marcha un proyecto que consiste en colocar microsensores milimétricos en el tórax de ciertas poblaciones de abejas para estudiar su comportamiento en las colmenas.
JCA