El Museo Arocena de Torreón exhibe actualmente las obras del pintor novohispano más reconocido a mediados del siglo XVIII, Miguel Cabrera, quien trabajó para laicos, órdenes religiosas y clero secular; fue nombrado pintor de cámara del arzobispo de México, Manuel José Rubio y Salinas, y alcanzó una holgada posición económica al final de su vida.
La presente exposición aborda diversos aspectos de esta fructífera relación laboral entre el pintor y la orden religiosa; su participación en la proclamación de la Virgen de Guadalupe como patrona de la Nueva España; el uso de fuentes europeas para elaborar el programa iconográfico y estético en Tepotzotlán; y por último, algunos ejemplos de obras con devociones jesuíticas.
El Museo Arocena, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, presentan este esfuerzo por difundir el conocimiento y disfrute de la obra de Miguel Cabrera, así como las enormes repercusiones de su obra en el ex colegio jesuita de Tepotzotlán.
La vinculación con el Museo Nacional del Virreinato, primera sede de esta exhibición, y Verónica Zaragoza, su curadora, han permitido traer las obras del pintor de la maravilla americana a Torreón en donde encuentran consonancia con las obras propias del Museo Arocena.
OPB