BUENOS AIRES (AP) — El peronista Miguel Ángel Pichetto, compañero de fórmula del presidente argentino Mauricio Macri para las elecciones de octubre, procuró ganarse la confianza de los mercados al definirse el miércoles como un capitalista que desea acercarse a Washington y cumplir con el Fondo Monetario Internacional.
Pichetto, un senador que hasta la víspera lideraba el mayoritario bloque opositor peronista en la cámara alta, dijo a periodistas que comparte con el conservador mandatario una inclinación por el “modelo capitalista que genera empleo”, el equilibrio fiscal y una Argentina abierta e integrada en el mundo.
El senador enumeró sus preferencias poco antes de reunirse con Macri en la residencia presidencial de las afueras de Buenos Aires para definir detalles de la alianza que ambos sellaron el martes, cuando el mandatario anunció en Twitter que el legislador opositor lo acompañará en la fórmula con la que intentará ser reelegido.
Pichetto también apostó por “volver a la relación histórica con los Estados Unidos” y con “los principales países de Latinoamérica y Brasil” en declaraciones a Radio Mitre. Advirtió además que Argentina debe “afrontar” los compromisos con el FMI y que una eventual reformulación de la deuda con ese organismo debería realizarse “en el marco de un común acuerdo… no pueden volver las decisiones unilaterales”.
El organismo internacional le otorgó a Argentina un crédito por algo más de 56.000 millones de dólares en 2018 en medio de una crisis cambiaria que devaluó el peso más de 50% y disparó la inflación en un contexto recesivo.
La llegada de Pichetto a la fórmula oficialista produjo un alto impacto político ya que Macri optó por aliarse con un opositor en lugar de ir acompañado de un miembro de la alianza oficialista Cambiemos, en el poder desde diciembre de 2015.
El objetivo sería ampliar la base electoral del oficialismo con un dirigente del peronismo moderado, alejado en los últimos años del sector más izquierdista de esa fuerza representado por la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), quien días atrás anunció que peleará por la vicepresidencia y que su exjefe de gabinete Alberto Fernández lo hará por la primera magistratura.
Los mercados reaccionaron positivamente a la designación de Pichetto y los bonos argentinos registraron subas.
El legislador intentó diferenciarse de Cristina Fernández y las “políticas populistas” que sus críticos le achacan a la también senadora. “En Argentina discutimos con una ideología de los 70 cuando el mundo discute otras cosas, porque no hay una visión de izquierda dura”, dijo.
El aliado de Macri reconoció que hay problemas pero respaldó las medidas de ajuste para lograr el equilibrio fiscal aplicadas por el presidente. “El rumbo es éste”, afirmó.
También señaló que convocará a otros dirigentes peronistas para incorporarlos a la alianza electoral.
Analistas afirmaron que Pichetto no aportaría tantos votos a Macri pero sí aseguraría a los indecisos una garantía de gobernabilidad debido a su larga trayectoria como legislador y su gran capacidad para negociar con sus colegas y con las estructuras del peronismo en las diferentes provincias.
“Creo (que a Macri) le sirve para gobernar después, porque va a ser muy difícil hacerlo en el Congreso sin una mayoría”, dijo a The Associated Press Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit. El gobierno aspira a sacar adelante varias reformas pendientes, como la del mercado laboral.
La analista también destacó que Pichetto mantiene relaciones aceitadas con distintos gobernadores provinciales que tienen peso político.
Según varias encuestas Macri pelea con Alberto Fernández voto a voto en medio de una inflación que llegó a 47,6% en 2018 y una pobreza que afecta a 32% de la población.
La expresidenta Fernández no se refirió directamente a la candidatura de Pichetto pero la víspera cuestionó en un acto proselitista que no llegaron al país las inversiones millonarias prometidas por Macri. “Entiendo cada día menos a estos capitalistas que ven bien que la gente se muera de hambre”, afirmó.