"Zoé está en un pedacito de cada persona"

Leslie Delgado

“En un pedacito de cada persona, ella ahí está”. Así se refiere la señora Catalina Alfonso Farías al relatar su testimonio como madre de Zoé, quien donó sus órganos el pasado mes de enero.

La mujer, residente de Piedras Negras, contó en entrevista que, tras declararse la muerte cerebral de su hija, tomó la difícil decisión de desconectarla de los aparatos que la mantenían con vida. 

Por recomendación del equipo médico, decidió donar sus riñones, hígado, páncreas y tejidos, dándole una segunda oportunidad a otros pacientes.

“Me dijeron que el cerebro no es reemplazable y el ver a mi hija entubada, con tantos aparatos y no haber una esperanza es muy doloroso, muy doloroso. Y eso fue lo que a mí me hizo tomar una decisión, porque pues mi hija, sus veintitrés años, es muy difícil. Supuestamente le habían detectado asma hace como tres años, y ella estaba comiendo cuando le empezó un ataque de asma, a partir del 26 de diciembre hasta los primeros de enero estuvo internada.

“Me da mucho gusto saber que hay muchas personas que tenían alguna esperanza y gracias a mi hija están ahí y yo sé que gracias a mi padre Dios en un pedacito de cada persona mi hija todavía ahí está y ahí va a seguir hasta que Dios quiera”, expresó.

Aunado a lo anterior, la madre compartió que estos meses han sido complicados tanto para ella, como para su nieta de siete años, sin embargo reiteró que gracias a la procuración de los órganos, su hija estará presente no solo en sus recuerdos, sino también en otras personas.

Es de recordar que Catalina viajó desde Piedras Negras en una ambulancia a Saltillo con su hija conectada a distintos aparatos y equipos médicos que la mantuvieron con vida; tras la procuración de los órganos se logró beneficiar alrededor de 85 personas.