Hoy vence el plazo para que el Instituto Electoral de Coahuila responda lo que a su derecho convenga por las impugnaciones presentadas ante el Instituto Electoral Local, por negarles el registro para constituirse como partidos políticos.
El Tribunal Electoral, hasta ayer, había recibido 20 recursos de inconformidad, luego de que el pasado 13 de marzo, el IEC disipó la posibilidad de que en Coahuila existieran una multitud de partidos políticos, argumentando que incumplieron los requisitos y, además, ocultaron información financiera.
El magistrado presidente del Tribunal, Valeriano Valdés Cabello, informa que esta instancia tiene 30 días para resolver lo correspondiente a todas y cada una de las impugnaciones presentadas por la “Chiquillada”.
Por lo pronto, ya lanzó el ultimátum al organismo electoral que dirige Gabriela de León para que presente sus alegatos y el sustento de la resolución que emitió el Consejo General del Instituto.
Dicen algunos que más de una organización podría recibir respuesta positiva del Tribunal, incluso aseguran que quien tiene garantizada la resolución a su favor es el partido “Unidos” que lidera Rubén Humberto Moreira Guerrero, y no por las palancas que pudiera tener sino porque argumentan que los elementos que usó el IEC para echar abajo la solicitud de registro son insuficientes.
Sin embargo, la consejera presidenta del IEC, Gabriela de León Farías asegura que el rechazo fue porque no se cumplieron los requisitos marcados en el Código Electoral del Estado de Coahuila y en otros casos, porque de manera deliberada ocultaron información sobre el origen y destino de los recursos que estaban gastando para constituirse.
¿Quién tiene la razón? En muy poco tiempo sabremos si los que actuaron de mala fe son los partidos políticos o los consejeros del Instituto, aunque cualquiera que sea la respuesta el “Tribunalito” con alguno quedará mal.
Lo cierto, es que a los ciudadanos es a quienes más agradó la idea de que en Coahuila ya no haya tantos partidos políticos con tan poca representación y que sólo se constituyan para gastar el dinero público con intereses meramente personales.
Pero hay que decir que aquellas organizaciones conformadas por jóvenes y auténticos ciudadanos sí deben tener la oportunidad de impulsar sus propuestas, sólo hace falta identificarlas y poner a funcionar el filtro correcto para que no se cuelen en el camino aquellos políticos que aún no han pagado lo que deben al IEC en multas.
¿Cómo se les dice? ¿Ladrones? ¿O como se le llama a aquellos que accedieron a dinero público, que no lo solventaron y se fueron sin pagar? Que no se les olvide que es dinero 100 por ciento de los ciudadanos.