Trizas y trazos
Angela Merkel, la Dama del mundo
Por Antonio Zamora
Si los seres del planeta supieran que puede lavarse los dientes con aceite de coco y humectarse el cutis tan sólo con banana (plátano) o con miel…
Que no hay shampoo como el bicarbonato de sodio, desenredante mejor que el vinagre…
Que el agua de hiedra deja el pelo suave y brillante y no hay baño de crema como la yema de huevo…
Que se puede aclarar el cabello con té de manzanilla, oscurecerlo con cáscaras de nuez, cubrir las canas con agua de cáscara de papa, aclarar unos tonos de castaño con una mascarilla de canela, limón y miel…
Que se pueden lavar los platos, los pisos, los vidrios con agua de cáscara de cítricos…
Que es muy fácil no consumir basura plástica…
Que siempre hay dónde enterrar la basura orgánica…
Que una mezcla de alcohol, agua oxigenada y vinagre es un potente antimicótico, al igual que el aceite de orégano, el bicarbonato, el ajo o el aceite de coco…
Que con ajo, vinagre y miel se puede preparar un antibiótico…
¡Que para vivir bien en realidad se necesita muy poco!
¡Que salir del sistema no es luchar contra nadie!
Que no hace falta ser un paria incapaz de incluirse en los juegos sociales…
Que se puede hacer mucho con poco…con tan solo darnos cuenta que nosotros elegimos el cómo…
Si queremos saber de una mujer genuinamente estadista ahí anda Angela Merkel de quien Alemania se despidió…
Es más, con seis minutos de calurosos aplausos, en las calles, balcones, ventanas, todo el país aplaudió durante ese tiempo…
Sin duda, espectacular ejemplo de liderazgo y defensa de la humanidad…
Los alemanes la eligieron para dirigirlos y ella dirigió a ochenta millones de ellos durante 18 años con competencia, habilidad, dedicación y sinceridad…
Ella no dijo tonterías. No apareció en los callejones de Berlín para ser fotografiada…
Fue apodada “La Dama del Mundo” y fue descrita como el equivalente a seis millones de hombres…
Durante esos 18 años de liderazgo de la autoridad en su país, no se registraron transgresiones en su contra…
No asignó a ninguno de sus familiares a un cargo de gobierno. Ella no afirmó ser la creadora de glorias. No recibió pagos millonarios, ni nadie animó su actuación, no recibió cartas ni juramentos, no luchó contra quienes la precedieron…
La reacción de los alemanes no tuvo precedentes en la historia del país. Ella recibió una ovación a nivel nacional…
En una conferencia de prensa, una periodista le preguntó a Merkel: Notamos que estás usando el mismo traje, ¿no tienes otro? Ella respondió: “Soy una empleada del gobierno y no una modelo” …
En otra rueda de prensa, le preguntaron: ¿Tiene sirvientas que limpian su casa, le preparan la comida, étc.? Su respuesta fue: “No, no tengo sirvientes y no los necesito. Mi esposo y yo hacemos ese trabajo en casa todos los días” …
Entonces otro periodista preguntó: ¿Quién lava la ropa? ¿Tú o tu marido? Su respuesta: “Yo arreglo la ropa y mi marido es el que maneja la lavadora y suele ser de noche porque hay luz eléctrica y no hay presión y, lo más importante es llevarse en la cama…
Nos leemos mañana.
