Gilberto Bosques, mexicano ejemplar
Por Antonio Zamora
Un mexicano ejemplar desconocido en nuestro país.
La famosa pintora inglesa Leonora Carrington entre otros, magnifica artista que decidió quedarse a vivir entre nosotros en agradecimiento por haber sido ayudada por un MEXICANAZO de este calibre…
Como tantos otros buenos mexicanos, “Héroes anónimos”, que carecen del privilegio de la conveniencia política, respeto y admiración para él. Una calle de Viena lleva su nombre…
Gracias a la película ‘La Lista de Schindler’ de Steven Spielberg hemos conocido las acciones riesgosas realizadas por Oskar Schindler para salvar a unos 1200 judíos del holocausto nazi…
Sin embargo, pocos hemos oído hablar de la labor del mexicano Gilberto Bosques para salvar la vida de más de 40 mil personas durante la ocupación nazi en Europa
Gilberto Bosques Saldívar fue el Cónsul General de México en Francia de 1939 a 1944, quien respondiendo al llamado de su propia conciencia, ayudó desde su posición diplomática a huir de los regímenes franquista y nazi a refugiados españoles republicanos, judíos franceses, libaneses, socialistas, comunistas y otros perseguidos, entre ellos líderes políticos europeos de oposición y miembros de la resistencia antifascista, quienes habían sido señalados para ser enviados a los centros de concentración, ofreciéndoles a todos ellos residencia y nacionalidad mexicana
Cuando París estaba a punto de ser tomada por los alemanes, Bosques sale de la ciudad y tras varios viajes decide asentar el consulado en Marsella, el puerto de la zona del Gobierno francés de Vichy, nominalmente independiente de los alemanes
Su primera preocupación fue defender a los mexicanos residentes en la Francia no ocupada, pero al conocer las atrocidades de la persecución nazi protegió también a otros grupos…
Apoyó a libaneses con pasaporte mexicano y a refugiados españoles que buscaban huir de los nazis…
De hecho, se cree que fue él quien convenció al presidente Lázaro Cárdenas de abrir las puertas de México a los republicanos españoles…
Era tan grande la afluencia de refugiados que buscaban una visa mexicana que Bosques alquiló dos castillos (el de Reynarde y el de Montgrand) para convertirlos en centros de asilo mientras se arreglaba su salida hacia México
Entre 800 u 850 fueron alojados en uno de los castillos, mientras que en el otro se albergaron 500 niños y mujeres…
Adicionalmente, rentó varios barcos que salieron del puerto de Marsella transportando judíos y otros perseguidos hacia países africanos donde más tarde fueron trasladados a México, Brasil, Argentina y otros países de América…
En un periodo de dos años, bajo su auspicio, poco más de 40,000 visas fueron expedidas para quienes deseaban huir de la tiranía nazi…
Al concedérseles visas mexicanas, las autoridades francesas los dejaban salir del país porque consideraban que ya no serían un problema político para ellas…
Más complicado fue el caso de los judíos. El consulado ocultó, documentó y les dio visas a numerosos judíos, pero era mucho más difícil sacarlos de Francia
Desde Marsella el embajador mexicano también tuvo que hacer frente al hostigamiento de las autoridades pro alemanas francesas, al espionaje de la Gestapo, del gobierno de Franco y de la representación diplomática japonesa, que tenía sus oficinas en el mismo edificio de la delegación mexicana…
Nos leemos mañana.
P.D. Gracias Ana María…