Parábolas zen
Por Antonio Zamora
El budismo zen enfatiza la meditación, la autoconciencia y la percepción directa de la verdadera naturaleza…
A lo largo de su historia, las parábolas se han utilizado para impartir verdades profundas de una manera sencilla y comprensible…
Estas historias frecuentemente brindan información útil sobre la naturaleza humana, el desarrollo personal y la búsqueda de la iluminación…
En esta publicación, exploraremos parábolas zen que ofrecen valiosas lecciones de vida para todos…
1. Las dos flechas. La parábola de “Las dos flechas” nos invita a explorar nuestra relación con el dolor y el sufrimiento, y nuestras reacciones ante ellos…
En esta historia, una persona es alcanzada por una flecha. El dolor inicial causado por el impacto de la flecha representa la primera flecha…
A esto le sigue el sufrimiento resultante de nuestras reacciones emocionales, que se representa como la segunda flecha…
La esencia de esta enseñanza radica en el reconocimiento de que si bien no siempre podemos controlar los eventos externos que causan dolor (la primera flecha), tenemos el poder de controlar nuestra respuesta a estos eventos (la segunda flecha)…
Moraleja: esta parábola nos enseña que el sufrimiento no es únicamente el resultado de circunstancias externas, sino también de nuestro apego a nuestro dolor y nuestra resistencia a aceptarlo…
Al reconocer el dolor como parte integral de la vida y aprender a dejar de lado nuestra resistencia, podemos aliviar el sufrimiento innecesario y alcanzar un estado de paz interior…
2. El tigre y la fresa. En esta parábola, un hombre se encuentra en una situación precaria…
Mientras huye de un tigre feroz, llega al borde de un acantilado, con la bestia pisándole los talones…
Sin forma de retirarse y enfrentando un peligro inminente, se agarra a una enredadera que cuelga sobre el borde del acantilado para salvarse…
Mientras se aferra a la enredadera, mira hacia abajo y nota una fresa madura creciendo al alcance de su brazo…
A pesar de sus terribles circunstancias y de la amenaza inminente del tigre de arriba, el hombre arranca la fresa y se la come, saboreando su dulzura con plena presencia y atención…
Moraleja: la lección de esta parábola se puede resumir en estar plenamente involucrado en el momento presente, independientemente de los desafíos externos o los peligros potenciales…
La capacidad del hombre para apreciar la simple alegría de la fresa madura en medio de una situación que amenaza su vida demuestra el poder de la atención plena y la capacidad de encontrar la belleza incluso en medio de la adversidad…
3. La piedra y el río. En esta historia, un monje busca aclaraciones de su maestro sobre el tema de la impermanencia…
El maestro le da una piedra al monje y le dice que la arroje a un río cercano. Cuando la piedra cae bajo la superficie del agua y desaparece de la vista, el maestro le pregunta al monje: “¿dónde se ha ido la piedra?” …
El monje, comprendiendo la lección, responde que la piedra ya no está en el río. Luego, el instructor transmite su sabiduría, afirmando que, al igual que la forma de la piedra, todo lo que existe sigue el mismo camino de impermanencia…
Moraleja: la parábola enfatiza la realidad de la impermanencia, recordándonos que todo es transitorio…
Podemos dejar de lado nuestros apegos a las pertenencias materiales, las experiencias e incluso nuestras propias identidades al aceptar esta realidad…
Al hacerlo, nos liberamos de la miseria causada por aferrarnos a lo transitorio y nos abrimos a una apreciación más profunda del momento presente…
Nos leemos mañana.