Saltillo, Coahuila / 07 de Diciembre 2018
Se acabaron los aviadores en las delegaciones federales empezando por muchos de sus titulares que, hay que decirlo, se resisten a abandonar el exorbitante salario que han recibido por varios años arropados por la pasada administración federal que encabezó Enrique Peña Nieto.
Y es que en Coahuila 56 de 60 delegados federales se niegan a presentar su renuncia y han decidido hacerlo difícil para el nuevo gobierno federal, pues sólo cuatro de ellos cumplieron con el proceso de cada sexenio para salir con dignidad.
Se trata de Reginaldo de Luna Villarreal de SEDATU, Sebastián Zepeda Contreras del ISSSTE, Felipe Ángeles González de Gobernación y Shamir Fernández Hernández de Sedesol.
¿Y qué hay de Sigfrido Macías Pérez de Profeco?, ¿Enrique Ramón Orozco Besenthal del IMSS, Dolores Torres de la SEP o Chuma Montemayor de SCT? Si han hecho un pésimo trabajo como para esperar a que los mantengan en las dependencias federales, no sólo ellos, muchos otros que llegaron a esas posiciones por ser del PRI.
Apenas hace un par de semanas la dirigente nacional del tricolor, Claudia Ruiz Massieu criticó la figura del “súper delegado” asegurando que Andrés Manuel López Obrador y Morena pretendían crear súper candidatos. ¿Que cargo ostentaba el hoy presidente del PRI estatal, Rodrigo Fuentes, antes de tomar las riendas de su partido? Pues la Secretaria de Desarrollo Social a nivel estatal.
Y en el caso de los federales ¿Apoco los delegados fueron funcionarios tomados de perfiles ciudadanos? Pues si Sigfrido se la pasa compartiendo mensajes políticos y partidistas desde sus cuentas oficiales en lugar de aprovecharlas para contribuir en su trabajo y, muchos otros lo utilizaron como parte de un asunto electoral.
Ahora resulta que los delegados priistas quieren hacerle al rebelde y esperan que sea el ahora coordinador estatal, Reyes Flores Hurtado, quien vaya y los despida. Pues así será. En entrevista, el “súper delegado” aseguró que tienen hasta el 31 de diciembre para separarse del cargo por lo que irá de oficina en oficina para ver todos los detalles del recorte de personal.
Lo cierto es que los nuevos responsables de esta tarea han tomado el caso de forma pasiva, porque tampoco cuentan con los perfiles necesarios para ocupar todas las vacantes que les dejó el resultado de la elección federal.
Los delegados se resisten a dejar el ingreso que incluso hoy supera al del propio Presidente de la República. Por ejemplo, la mayoría de los delegados federales en el país, incluidos los de Coahuila, reciben un sueldo mensual bruto por arriba de los 100 mil pesos; sin embargo, los titulares de dependencias como PGR, IMSS, Sedesol, Relaciones Exteriores, SCT, ISSSTE, SEP y Prodecon sobrepasan esta cantidad.
Los delegados de la PGR en Coahuila, San Luis Potosí, Chiapas, Sonora, Ciudad de México, Nayarit, Yucatán y Zacatecas son los que reciben el salario más alto, una percepción bruta de 178 mil pesos.
El IMSS es otra de las dependencias que más cuestan al erario federal con cantidades que va de 104 a 150 mil pesos mensuales en salarios para los delegados en las entidades. Coahuila destaca también en este rubro con uno de los delegados más ineficientes, con Enrique Ramón Orozco Besenthal.
¿Qué esperan para irse? Sin duda fue un golpe duro para el partido que los puso ahí, pero un golpe más doloroso para los delegados federales que todavía no pueden superar.