Llegó el momento para muchos de buscar posiciones y todos comienzan a mover sus cartas políticas. Analizan en qué posición jugar a partir del arranque de la administración del gobernador electo, Miguel Ángel Riquelme Solís, y al grupo político al que seguirán no sólo en Coahuila, sino a nivel nacional.
La renuncia de Blas Flores Dávila de la Universidad Autónoma de Coahuila para integrarse al gabinete estatal como secretario de Finanzas es una lectura política.
Blas pertenece al grupo de José María Fraustro Siller y Jesús Ochoa Galindo, los tres han sido rectores de la máxima casa de estudios y se mencionan para ser parte del equipo de Miguel Riquelme.
“Chema” Fraustro tuvo gran influencia en la administración del exgobernador Enrique Martínez y Martínez, con quien estableció importantes vínculos que mantiene a la fecha. Hay que decir que a Enrique, quien se desempeña hoy como embajador de México en Cuba, le ha ido bastante bien con su integración al gabinete del presidente Enrique Peña Nieto; primero como secretario de Agricultura y luego con la encomienda del Ejecutivo Federal en la tierra de Fidel Castro.
A su hijo, Enrique Martínez y Morales, quien se autoexilio de Coahuila por el rompimiento con el grupo político en el poder, también le irá muy bien en caso de que el aspirante del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade, logre su cometido.
El lunes se encontraba en primera fila, entre los que él mismo llamó “principales colaboradores y amigos” del exsecretario de hacienda. Otros coahuilenses que tampoco desaprovecharon la oportunidad de manifestar su apoyo a Meade son el diputado federal, Jericó Abramo Masso; el empresario Alejandro Gutiérrez; así como la senadora y dirigente nacional del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (ONMPRI), Hilda Flores Escalera.
En Coahuila, Miguel Riquelme comienza a engranar las piezas de su equipo, y pese a que una quedó destapada, advierte que revelará todas hasta el próximo sábado 2 de diciembre.
Por cierto, Salvador Hernández Vélez, con quien mantiene una amistad de años, logra sin problema sustituir a Blas Flores en principio como rector interino, pero en espera de la convocatoria para buscar formalmente esta posición y con la posibilidad de reelegirse otros tres años.
¿Casualidad?
Ahora, depende del gobernador electo afianzar a el grupo político que lo acompañará por los próximos seis años y quienes serán su principal influencia. Urge que en el minuto cero de su administración salgan perfiles altamente cuestionados, aunque hay otros con gran capacidad. Esperemos que logre identificar unos de otros sin mayor problema.
@jesyrosales