Río Babel
Adolescencia, más que una serie
Por Luis Guillermo Hernández Aranda
En las últimas semanas se volvió viral la miniserie Adolescencia, la cual fue estrenada el pasado 13 de marzo en la plataforma de Netflix. El argumento de la serie te atrapa desde los primeros minutos y te obliga a verla en una sola tarde.
No puedo negar que al terminar de verla quedé en shock. Por su argumento, actuaciones, fotografía, manejo de cámaras yo no dudo en catalogarla como una obra de arte, pero más allá de su valor artístico es una serie obligada para todos los que tenemos hijos e incluso para los adultos en general, y es que la serie nos sumerge en un mundo desconocido para muchos de nosotros.
Adolescencia nos cuenta la historia de Jamie Miller, un muchacho de 13 años acusado de asesinar a una compañera de clase. A lo largo de cuatro capítulos, de una hora cada uno, se indaga sobre el crimen, las razones y el impacto que tuvo para las familias afectadas. Filmada totalmente en plano secuencia, el espectador vive las escenas como si estuviera dentro de ellas.
La serie rebasó el tema de las redes sociales para convertirse en tema de debate en las familias y los grupos de amigos, e incluso en el área académica. Y es que Adolescencia nos obliga a reflexionar sobre la relación entre padres e hijos, sobre la educación y por supuesto la compleja relación entre Internet y la violencia.
La serie presenta el concepto de la “manósfera”, una agrupación de foros y contenido digital que se centran en los intereses masculinos de los “incels” con una marcada oposición a las mujeres.
En estos foros se promueve una masculinidad basada en la frustración. Jóvenes que odian a las mujeres porque se sienten rechazados. En la “manosfera” abundan los “incel” (célibes involuntarios), un término que surgió en Internet para describir a varones que no logran tener relaciones sexuales o afectivas. El concepto ha ido evolucionando y se ha diversificado, pero existe una parte de esa comunidad que se ha radicalizado, hasta convertir su desdén en hostilidad. Una violencia tanto física como verbal y emocional.
La serie muestra una realidad preocupante: la exposición constante y diaria de los adolescentes a un tipo de contenido violento y misógino que ha aflorado alrededor de la “manosfera”. También presenta el bullying en las escuelas, la falta de compromiso de los maestros con sus alumnos.
Stephen Graham, guionista de la serie y que interpreta al padre de Jamie, comentó que la idea surgió luego de ver varios casos de violencia juvenil con arma blanca, y preguntarse ¿qué motivó estos crímenes? En Londres se han incrementado considerablemente los homicidios cometidos por adolescentes.
No se trata de satanizar los contenidos del internet, pero no podemos dejar del lado la constante supervisión porque como dice el padre de Jamie: “Pensaba que en su habitación (viendo la computadora) estaría a salvo”.
