Régulo Zapata Jaime (2)

HUGO DÍAZ AGUILERA

Se cumplieron ya dos meses de la tragedia ocurrida en el pozo El Pinabete y las novedades en torno al rescate de los mineros hoy no llaman tanto la atención ni de propios ni de extraños. Los segundos poco a poco van reubicándose en la ruta de la cotidianeidad y la rutina conveniente como para preocuparse por la vida de 10 mineros que ni conocieron.

Los primeros están pensando qué tipo de vida les espera de ahora en adelante con dinero que tal vez nunca pensaron tener en su vida, y sin ahora tener al padre, hijo, esposo o pariente que anteriormente tenían, el asunto es que poco a poco el tema va perdiendo interés.

Después de la columna pasada hubo quienes se acercaron para felicitarme “por denunciar” lo ocurrido en el pocito minero y les dije que el servidor no está haciendo ninguna denuncia, la columna anterior cuenta de un hecho vigente en nuestro Sabinas. -“Pues sea una cosa o sea otra, ¿no tienes miedo?”- me preguntaron, y contesté, claro que tengo miedo; todo aquel (a nivel local) que haga un apunte sobre el particular deberá tener miedo porque se trata de un entramado muy poderoso que tiene tentáculos por todos lados.

Se trata a todas luces de un acto de corrupción del que jamás pensaron, aunque sabían del riesgo, que terminaría así. ¿O de qué otro modo se explica que se colocara como dueño a un joven veinteañero cuyo núcleo social se reduce a la raza del barrio? ¡Justo por eso!… “si el pedo truena” solo hay un culpable.

Otros me reclamaron, que si estaba seguro que Régulo estuviese en el margayate, a lo que contesté que no lo sabía, yo únicamente conté que era investigado por la FGR según un documento filtrado a la prensa y notas periodísticas que así lo apuntaron.

En ese tenor hubo quien me comentó que Zapata Jaime después de la tragedia no acudía a lugares a los que cotidianamente asistía a relajarse, alguien más me comentó que desde el primer momento de la tragedia su nombre comenzó a mencionarse como alguien cercano al pocito siniestrado, sin embargo será la FGR la que determine finalmente y deslinde responsabilidades en el tema.

No nos hemos podido explicar qué frenaría el activismo en favor de los desafortunados mineros y sus deudos, pero regresamos a la misma coyuntura… No es lo mismo hacerle grilla a Germán Larrea que cuando Pasta de Conchos se encontraba a miles de kilómetros de distancia de la tragedia, que a no sabemos quiénes por lo del pocito El Pinabete que es muy probable se encuentren en Sabinas, tal vez en el mismo lugar donde nos encontramos, a lo mejor en la misma mesa donde estamos.

Quien filtró el dato a la raza de prensa que la Fiscalía lo investigaba  debe tener razones grandes para quemar a Régulo Zapata Jaime. Qué raro, fuera de la política no se sabe de negocios que tenga que puedan generarle enemigos.