Régulo Zapata Jaime

HUGO DÍAZ AGUILERA

En la primera mitad de esta semana, el pozo El Pinabete volvió a la picota sabinense con un aderezo muy especial: nombres de políticos y empresarios de esta cuenca que están siendo investigados por la Fiscalía General de la República, que por el momento está solicitando información a organismos empresariales de la localidad, no se sabe para qué pero lo está haciendo.

El oficio viene fechado hace una semana, es decir el jueves pasado, y entre la prensa de Sabinas comenzó a circular apenas este lunes.

Lo anterior nos ayuda a inferir varias cosas. Involucrados directa o indirectamente, eso solo lo determinará la justicia, de entre los investigados Régulo Zapata Jaime tiene enemigos con mucho poder que buscarán al menos llenarlo de “miscua” en el asunto de la muerte de los diez mineros de Agujita más lo que se derive. Otro punto es que no desean verlo activo en el proceso electoral que se avecina.

Una tercera inferencia es que pudieran estar cobrando facturas, que antiguas, no pierden vigencia. Régulo no es santo de mi devoción, como presidente municipal en el período del 2000 al 2002 llevó una administración de ocurrencias y eventos populistas que solo alimentaban su ego personal y megalomanía como cuando anunció que se quitaría el nombre si no conseguía que quitaran las vías del ferrocarril del primer cuadro de la ciudad.

En los últimos 10 años apenas hemos cruzado palabra en cinco ocasiones, en cuatro de ellas se refirió a mí con palabras altisonantes, tal vez por el estado de embriaguez en el que se encontraba o por alguna otra razón.

Régulo es muy apreciado en su natal Sabinas, mantiene nos guste o no un capital político como pocos exalcaldes pueden presumir, y políticamente es considerado una veleta, inclina sus huestes al mejor postor independientemente de lo que sea.

A la gente de Sabinas le extrañó no verlo en la reciente Cabalgata al llegar a Sabinas, el exalcalde ya a través de sus redes sociales se había expresado en torno a publicaciones de medios nacionales en los que llamándolo “cacique” lo involucraban como propietario del pocito siniestrado y dijo que no tenía nada que ver y que solo en esa ocasión tocaría el tema.

Aunque sabemos cómo se las gasta la FGR, el hecho de que el exalcalde esté siendo investigado no es garante de que tenga alguna responsabilidad en el tema del pocito en El Pinabete y puede salir bien librado. 

Lo apuntamos columnas atrás,  era de sorprenderse cómo el arrancarle la vida de tajo  a diez personas no hubiese levantado la opinión pública como sucedió por ejemplo con la falta de agua que se tuvo en algunas colonias, o como el tema del basurero en la Villa de Cloete por mencionar algunas.

Si algo sabe hacer Zapata Jaime es relacionarse y seguro tiene buenos conectes con los que podrá conseguir un buen abogado para sortear este margayate en el que se encuentra metido por el momento.

Esta columna continuará la próxima semana…