Saltillo, Coahuila / 7 agosto 2018
A la báscula
Por: Julián Parra Ibarra
El activismo que ha venido desarrollando el rector de la Universidad Autónoma Coahuila, Salvador Hernández Vélez, no es algo que debiera sorprender a nadie, por lo que la lucha que ha emprendido en la defensa de la Tortuga Bisagra y la preservación de la biodiversidad en el Valle de Cuatrociénegas ni es una ocurrencia, ni es una moda que con el paso de los días vaya a pasar.
Salvador –para quienes tenemos años de conocerlo-, sabemos que es un tipo que desde siempre y desde distintas trincheras ha tenido una intensa participación en diferentes movimientos sociales, y de algunos de ellos ha quedado testimonio en libros de su misma autoría que sirven además como obras de consulta para las nuevas generaciones.
‘El movimiento urbano popular en La Laguna 1970-1980’ y ‘Viesca, de oasis a páramo’ son algunos de estos documentos cuya lectura nos permite conocer la parte del activismo social de Hernández Vélez que a muchos ha sorprendido, sobre todo porque –aunque así debiera ser siempre por el compromiso social que la institución a la que representan, debe tener con la sociedad a la que se debe, y a la que sirve-, es poco común ver a un Rector de nuestra Máxima casa de estudios dejar su cómodo sillón y confortante oficina con aire acondicionado, para ir a las calles, a los valles, a los cerros, a los llanos de nuestro Estado, para conocer, para respirar, para sentir a flor de piel lo que le duele, reclama y requiere esta nuestra hermosa tierra.
En Cuatrociénegas, la lucha emprendida por el rector de la UAdeC no se limita a recabar firmas para defender a la Tortuga Bisagra y presentar otras tantas para la conservación de lo que en otros tiempos se le conocía como ‘El marecito’, es decir, las pozas y la gran biodiversidad que existe en ese ecosistema.
El jueves de la semana pasada, la Universidad Autónoma de Coahuila en voz de su rector, presentó al gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, el proyecto de la Máxima casa de estudios, para crear en la zona, el Centro de Investigación y Conservación de la Biodiversidad y la Ecología de Coahuila en Cuatrociénegas. Atestiguaron el hecho Arturo González director del Museo del Desierto, y Mario Valdés Garza, director de COECyT.
Salvador Hernández Vélez ha alertado que no se debe permitir que suceda en Cuatrociénegas lo que ocurrió en Viesca que de ser un oasis pasó a convertirse en páramo. Desde los distintos segmentos de la sociedad y de todos los rincones del Estado se debe apoyar esta iniciativa, porque finalmente Cuatro Ciénegas es patrimonio de todos los coahuilenses.
Por cierto, este lunes fue el cumpleaños del Rector. Muchas felicidades.
@JulianParraIba