@mmsoriano
Reviviendo muertos
Luego de haber vivido una oscura vida el pasado 26 de abril un “Cachorro de la Revolución” sufrió la más oscura de las muertes.
Ni quién se acordara de él, ni quién ahora lo conociera. De hecho, si no hubiera sido por la forma en qué falleció ni quién lo hiciera, partiendo de éste al otro mundo. El muertito tenía 85 años, padecía diabetes e hipertensión pero no murió de tales males o al menos éso nos dijeron.
Resulta que sin confirmación alguna nos dijeron que murió mordido por una araña violinista, especie que no existe ni existirá en México pues simplemente no sobrevive por estas latitudes.
Luego, y otra vez sin que tampoco alguien lo hubiera confirmado, otro político de quien nadie se acordaba dijo haber sido igualmente mordido –¡oh coincidencia!– por araña similar, trance del que salió porque “un medico le extrajo el veneno”, aunque tampoco supiéramos a quién.
Total que ahora ya sabemos para que existe una araña que no existe y es para revivir cadáveres políticos. Como el viagra, los levanta y los pone juguetones, de moda unos diez minutos, justo el tiempo que ahora se requiere para llegar a primera plana.