La Macabra

Hoy 3 de mayo los albañiles de México y los periodistas del mundo andamos de fiesta. Celebramos el “Día de la Santa Cruz” y también, desde 1993, el “Día Mundial de la Libertad de Prensa”.

Bordemos sobre los dos oficios. Por un lado, tenemos a un gremio metódico, silencioso, discreto, esforzado, que en medio del peligro sirve a la sociedad y siempre construye. Hablo de los albañiles, claro. Lamentablemente el periodismo actual no puede presumir lo mismo.

Tampoco cualquiera es albañil y menos “máistro”. Para serlo se requieren años de aprendizaje, trabajo y experiencia. Aquí no hay simuladores. La macabra es la macabra y no perdona. Se empieza de ayudante, cargador, arrimador de cosas, batidor. Se sigue de media cuchara, o albañil y unos cinco años después se es “máistro” y hasta “oficial”.

En el periodismo mexicano la ruta no es tan exigente. Basta comprar un celular, abrir un “Féis” y salir a la calle a grabar y a criticar y a destruir el mundo entero. No se requiere experiencia, ni moral. Basta escandalizar.

Dios nos libre del día en que los albañiles sean como los periodistas. Sería mejor, más bien, que ocurriera lo contrario. Y que rolen las cawamas.

DGM/OPB