¿Qué han hecho?

Mucho se ha especulado sobre la posición de la Iglesia Católica a propósito del suicidio. ¿Los suicidas se van al infierno? Se han dicho un sin fin de cosas, desde el ámbito religioso, sobre lo que ocurre después de la muerte.

Realmente lo que pasa tras la muerte es lo de menos, lo importante es saber ¿qué ha hecho la Iglesia para brindar apoyo a personas que ante la nula atención espiritual y de las instituciones optan por el suicidio?

Saltillo ha registrado la peor racha respecto a este fenómeno en los últimos 9 años, las autoridades reportan 35 casos en la Región Sureste sólo en cuatro meses, cifra que antes se registraba en todo un año.

Los cuadros depresivos se acentúan principalmente en adolescentes y en la población adulta. Así es, los abuelitos piensan en quitarse la vida; se convierten en pacientes con problemas para aceptar la vejez que llegan a diario a la clínica de salud mental.

Otro de los factores que inciden en el suicidio es la falta de tolerancia a la frustración, se trata de momentos en que la persona está pasando por una problemática severa. ¿A quién recurrir?

Anteriormente la espiritualidad era una ayuda básica para personas que se sentían perdidas, para quienes la familia en esos momentos no era suficiente como apoyo, pero al día de hoy la imagen de la Iglesia se ha deteriorado a tal grado que no representa una opción de aliento para quienes buscan acompañamiento en un momento de crisis.

En fechas recientes el sacerdote del templo de “Nuestra Señora de Atocha” en Saltillo, Erasmo Treviño Zapata, reconoció que la Iglesia no ha hecho su labor con la sociedad para combatir este fenómeno. ¿Qué dice el Obispo Raúl Vera López? El obispo anda más ocupado participando en marchas y protestas de otros temas que, por supuesto no son menores pero que han provocado que descuide su labor pastoral.

Hace tres meses el obispo manifestó que pondrían en operación una línea de ayuda las 24 horas para personas que requieren de apoyo ¿En dónde esta el cumplimiento de este compromiso?

Recientemente el Gobierno de Coahuila presentó el plan integral de prevención del suicidio en el cual, además de haber sido convocadas todas las dependencias de gobierno que trabajarán juntas en tareas preventivas, también se hizo un llamado al sector empresarial y religioso.

Lamentablemente la Iglesia está muy dañada con los casos de padres pederastas que en lugar de cumplir con su labor religiosa y pastoral han lastimado a niños. La problemática en Saltillo es muy seria y requiere de acciones de fondo, pero también urge la recomposición del sector religioso para que siga siendo una de las primeras opciones para quienes lo necesitan.