Saltillo, Coahuila / 09 Mayo 2018
Hace unos días se generó una severa discusión en redes sociales, en específico entre dos usuarios de Twitter que tuvieron como espectadores a miles de cibernautas que atestiguaron el pleito.
Los protagonistas fueron Carlos Arredondo Sibaja, integrante y vocero de la Comisión de Selección del Sistema Estatal Anticorrupción y Alejandro Cárdenas -alguien me comentaba que éste último un reconocido periodista-, sinceramente yo lo recuerdo más por su función como servidor público en la dirección del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información.
Se dijeron tantas cosas que casi de inmediato se perdió el objetivo principal del debate y el asunto llegó a un nivel personal que puso en segundo término la importancia del tema de discusión.
“No lo niego: fue divertido probar hasta dónde podía llegar su estupidez, señor Cárdenas (@alcarlop)… Pero al final aburre. Así que con esto me despido para siempre… al menos en Twitter. Suerte con sus diatribas”, concluyó Arredondo el agarrón en redes sociales.
El que comenzó la polémica fue Alejandro Cárdenas quien con el siguiente mensaje desató la ira de su interlocutor, y el ex ICAI denunció, incluso, amenazas de Arredondo en su contra: “Quizás el señor @sibaja3 pueda ayudar, al igual que los usuarios de Twitter, a contestar lo siguiente: ¿Qué tanta credibilidad tiene el Comité de Selección del Sistema Anticorrupción de #Coahuila?”.
Uno de los puntos que desataron la discusión fue el estatus de dos servidores públicos integrantes de la Comisión de Selección de los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción de Coahuila, María del Carmen Ruiz Esparza, recién nombrada subsecretaria de planeación de la Secretaría de Educación; y Blas Flores Dávila, secretario de Finanzas.
No me pondré a favor de ninguno de los dos tuiteros porque cada uno expuso y defendió sus puntos de vista y la forma en que lo hicieron queda a su reflexión personal ¿Fue la mejor forma? No lo sé, pero lo cierto es que hay un tema que diversas instancias deben discutir.
Sinceramente antes de los nuevos cargos de María del Carmen y Blas Flores, ya había conflicto de intereses; la primera, directora del IEEA y, el segundo rector de la UAdeC, no había mucha independencia en sus decisiones, pero ahora con los nuevos nombramientos los diputados locales también exigieron la renuncia de ambos servidores públicos a esta comisión.
Lo cierto, es que tanto el Consejo Ciudadano como los integrantes de la Comisión de Selección no han abierto la boca ni se han pronunciado al respecto. La ciudadanía hoy exige transparencia y respeto a las leyes. ¿A qué hora van a actuar al respecto? Estaremos esperando el momento.