En tremendo problema se ha metido el Secretario de Educación, Higinio González Calderón, tras las temerarias declaraciones que emitió a los medios de comunicación sobre supuestas universidades “patito”, en referencia directa a la Universidad Autónoma de Durango.
Fue el mismísimo rector de la Institución, Martín Gerardo Soriano Sariñana, quien viajó hasta Saltillo para levantar la voz y ayer convocó a una rueda de prensa para dejar las cosas claras o al menos dar su versión.
¿Será que a Higinio se le olvidó que ahora es funcionario público y no rector de otra Universidad? Porque hay quien dice que abusando de su posición en el gobierno quiere acabar con todas las universidades que alguna vez fueron o serán su competencia.
Ni tardo ni perezoso el rector de la UAdeD le restregó al Secretario la millonaria inversión que esta Universidad ha hecho en Coahuila, 900 millones de pesos en sus campus de Saltillo y Torreón; y agregó que accedieron a aceptar la oferta de instalarse en la Laguna cuando nadie más quería por la condición de inseguridad que existía en la región.
A Higinio además se le olvidó que fue el exgobernador Rubén Moreira Valdés quien presidió el evento de la colocación de la primera piedra del Campus que ha operado por poco más de dos años ¿Cómo es que ahora resulta que nunca ha cumplido con los requisitos?
Y es que el rector de la Universidad de Durango en su afán de defenderse reconoce que ninguna de las licenciaturas que ofrecen cuenta con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), y el caso de los permisos para medicina, fisioterapia, odontología, psicología y nutrición -que tienen cientos de alumnos cursando cuarto semestre-, se encuentran en trámite. ¡Qué grave!
Ahí le va la magnitud de este problema, la Secretaría no puede permitir inscripciones a ninguna carrera que no cuente con RVOE. ¿Por qué se le permitió durante dos años a esta Universidad?
El Registro de Validación Oficial para educación superior en ningún caso tiene efecto retroactivo, es decir, aún y cuando les den el registro los alumnos que actualmente están en esas carreras no podrán recibir su título, pues estos se otorgan por cada Campus. Es así que quien curse en Saltillo esas carreras no podrá obtener sus título y mucho menos su cédula.
En resumen, los alumnos de la primera, segunda y tercera generación por andar estudiando en escuelas “patito” ni montando el Lago de los Cisnes podrán recuperar el tiempo perdido.
Mal por la Universidad y peor por las autoridades que después de dos años revelan esta información y evidencian que ni en el pasado ni ahora han hecho nada para evitarlo. Esto los convierte en cómplices de una gran irregularidad.