Paralaje

Cabalgata o feria
Hugo Díaz Aguilera
La cadena de valor turístico que se ha logrado construir a lo largo de varios años en la región Carbonífera está a punto de sufrir un descalabro que está poniendo los focos en ámbar para un sector del comercio en la todavía llamada capital de los precios bajos, entiéndase Nueva Rosita, municipio de San Juan de Sabinas.
Para los que somos de Nueva Rosita (incluyendo el que esto escribe) sabemos que durante el desarrollo de Astro Feria, las ventas tienen un repunte si no de campanas a vuelo, sí al menos para sortear en lo que llega el regreso a clases y las ventas de fin de año.
Como en otras latitudes, la feria del pueblo se adereza y complementa con actividades que se desarrollan en paralelo, con la intención de brindarle un mayor realce a dicha feria, a la reina y a todo lo que ello enmarca. Por ejemplo, las cabalgatas; y como ejemplo principal por antonomasia, está lo que se hace en Sabinas durante el mes de septiembre.
El asunto es que los organizadores de la cabalgata de Nueva Rosita ya han declarado que dicha cabalgata no se realizará de manera paralela a la feria, sino dos semanas antes de la coronación de la reina y demás eventos. El motivo es que, cuando se hace en conjunto con la feria y los cabalgantes llegan a la arena —ubicada dentro de los terrenos de la Astroferia— donde se realiza el rodeo, la carrera de barriles y otras actividades, los caballos no tienen espacio para descansar después de la jornada.
Ya comentan algunos comerciantes que esto está muy bien, porque tendrán gente durante la cabalgata y luego pasadas dos semanas volverán a tener gente durante la feria y que eso les permitirá obtener dividendos mayores tratándose de eventos que acarrean gente de otras latitudes.
Error mayúsculo están cometiendo quienes piensan de esa manera; quienes le sabemos un poco a la materia reconocemos que por si solos estos eventos no son para justificar la visita de los connacionales que se encuentran en Estados Unidos e incluso los que vienen del interior del país por lo que la única manera de hacer el viaje es venir y lograr los dos eventos.
La justificación declarada por el vocero de la Asociación de Cabalgantes Los Dorados, Rolando de la Garza Lares, es por demás infantil, cuando se sabe de la disponibilidad de un alcalde como Óscar Ríos para que, mediante el diálogo y la búsqueda del mayor beneficio colectivo, se les otorgue el espacio necesario y se empaten, como siempre se había hecho, ambos eventos.
Algunas voces contemplan que la manzana de la discordia pudo haber sido la petición de un apoyo económico del ayuntamiento a los organizadores de la cabalgata, lo cual podría darse sin problema alguno, siempre siendo conscientes de las finanzas con las que Ríos Ramírez recibió el municipio.
Otros —que son malpensados— infieren que el asunto puede tener tintes políticos. No se olvide que quienes apoyan en mucho, y desde hace mucho tiempo, la cabalgata son la familia Guadiana, propietarios del Rancho Los Primos, uno de los escenarios favoritos de esta actividad ecuestre. Y como la elección para diputados está a la vuelta de la esquina, comentan que por ahí puede venir el tiro. Esta columna continuará la próxima semana.