Capital del Acero
Jesús Medina
Nunca se dio una cifra exacta de las personas que perdieron la vida en aquel amargo amanecer del 19 de septiembre de 1985, es aventurado decir que murieron cientos de miles, pero en una ciudad con millones de habitantes, suena lógico, de una cosa estamos seguros, si fueron decenas de muertos.
Fue una desgracia de alto impacto, a las 7 de la mañana con 19 minutos se sintió el terremoto y de ahí, la historia de México, en su esencia de Nación y como Ciudad Capital, en ese entonces Distrito Federal, comenzaba a vivir un infierno no de llamas, sino de escombros, muertes, desolación y llanto.
Escribir un tema del Sismo del 85 es evocar tiempos de malos recuerdos para los mexicanos, de una u otra manera se perdieron vidas cercanas a quienes habitamos en este país.
En el caso de la Región Centro de Coahuila, no fuimos ajenos a esta desgracia, basta recordar como en un solo hecho murieron hace 33 años al menos 20 integrantes de una agrupación católica de Frontera que se encontraban desde un par de días antes en un hotel del entonces Distrito Federal.
Habían llegado procedentes de la ciudad rielera a una convención de iglesia, regresaron en ataúdes, llevaban a Dios en sus mentes, el Creador jugó papel importante para darles a sus familiares la certeza de tener un lugar a donde acudir a rezarles un Padre Nuestro, los sepultaron en Frontera en uno de los hechos más impactantes.
Ya de por sí, un funeral pega de manera intensa en el ánimo de las personas, habrán de imaginar un funeral masivo, el llanto dominaba, se escuchaba por todo el Panteón de la Colonia Occidental, eran muchas familias las que estaban ahí concentradas.
Era uno de los al menos diez asuntos relacionados con Monclova y la Región Centro en los lamentables hechos de 1985.
Hubo un caso más, un monclovense, que fue pieza clave en la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, DFS, la policía de Seguridad Nacional en los tiempos de López Portillo y Miguel De la Madrid, luego desaparecida por Carlos Salinas De Gortari.
El Comandante de la desaparecida DFS, originario de Monclova, estaba concentrado en Ciudad de México, en el Distrito Federal, el terremoto de arrebató a su familia, esposa e hijas.
Era desgarrador ver un hombre fuerte, ya en Monclova, cuando recordaba lo que había sufrido.
Monclova y sus habitantes no fueron ajenos a la desgracia de hace 33 años.
Era “moda comercial” en los negocios de la Zona Centro ofertar productos de novedad en el país, lo que anunciaba la televisión y la radio en México se conseguía en los establecimientos de Monclova, no había boutiques, no había Zona Dorada en el Pape, era el primer cuadro el que concentraba el movimiento.
El éxito de ofertar novedades comerciales se daba gracias a que “muy adelantado al tiempo”, se daba servicio de corrida directa a la Ciudad de México desde Monclova, salías a las 9 de la noche, llegaban a las 9 de la mañana a la Capital de la Nación y hacías compras, varios optaban por quedarse algunos días.
Murieron al menos 10 personas, tan solo de una familia, iban la pareja y dos hijos, dueños de una tienda de ropa ubicada en Zaragoza casi esquina con Miguel Blanco, la familia se acabó en esa tragedia.
Dos casos más de comerciantes fallecidos, acompañados de familias.
Los familiares de las víctimas cargaban el dolor de perder a sus seres queridos y a enfrentar también una fuerte corrupción para agilizar la entrega de cadáveres, empleados del Estadio Azteca, donde tenían cuerpos de las víctimas, se hacían pasar por agentes del Ministerio Público y a cambio de dinero entregaban los cuerpos, narran monclovenses que vivieron la desgracia de hace 33 años.
Hasta la Próxima
@jesusmedinaglz